Una lluvia de millones.
El “gordo” se ha hecho esperar.
Ha estado muy repartido.
Para tapar agujeros.
Para ayudar a los hijos.
Lo importante es la salud.
Los mismos tópicos de cada año. El sorteo de la lotería de Navidad es para muchos el pistoletazo que señala inequívocamente el comienzo de dos semanas de grandes comilonas, cenas de empresa, dulces, bebidas, compras, atascos, y la tarjeta de crédito echando fuego. Días agridulces: una rara mezcla de ilusión, melancolía y decepción.
Ilusión, quizá como recuerdo de una infancia en la que la Navidad tenía mucho de magia. Melancolía porque siempre falta alguien, porque muchas sonrisas son forzadas, porque alguien trata de disimular una lágrima. Y decepción porque al final resulta que nada es mejor en Navidad; porque la bondad o la maldad la llevamos dentro, y no depende del calendario.
En todo caso, felices fiestas a todos los que entran a este blog. A los que escriben y a los que sólo leen. Gracias por el buen tono de todos los comentarios. Mis sinceros deseos de que 2010 sea un año sin sobresaltos. En Zaragoza, en Barcelona, en Suiza, en Madrid, en Asturias, o en cualquier lugar donde alguien abre una ventana buscando el norte.
Preguntas y reflexiones sobre la sociedad, su evolución, y las relaciones entre las personas.
............
miércoles, 23 de diciembre de 2009
lunes, 21 de diciembre de 2009
La pareja perfecta
A veces nos preguntamos si existe la pareja perfecta.
A veces nos parece que existe, pero no es la nuestra, sino la que forman unos conocidos.
A veces existe... pero sólo mientras dura el enamoramiento.
A veces se va formando poco a poco.
A veces soñamos con ella.
A veces estamos seguros de que no existe.
A veces pensamos que tiene que existir.
A veces nos parece que existe, pero no es la nuestra, sino la que forman unos conocidos.
A veces existe... pero sólo mientras dura el enamoramiento.
A veces se va formando poco a poco.
A veces soñamos con ella.
A veces estamos seguros de que no existe.
A veces pensamos que tiene que existir.
viernes, 18 de diciembre de 2009
A casa sin condiciones... y sin ayuda
Aminatu Haydar vuelve a su casa, en El Aiun. Me alegro doblemente: por ella, que ahora podrá recobrar la salud entre los suyos; y por los saharauis, que con el revuelo que se ha montado han visto como su causa se ha situado en el primer plano de la política internacional.
El rey de Marruecos ha cambiado su postura, tras la intervención diplomática de EE.UU., y tanto Aminatu, como los portavoces de los gobiernos de Marruecos y España han insistido en que el regreso de la saharaui se produce “sin condiciones”.
Por pura casualidad, hoy se ha firmado un acuerdo agrícola entre la UE y Marruecos, que beneficia notablemente a éste último –y que probablemente perjudicará directamente a los agricultores españoles-. Pero esto no ha tenido nada que ver. Sencillamente: el rey de Marruecos se ha apiadado de Aminatu, y por eso le ha permitido que vuelva. ¡Qué majo!
Y por otra parte ¡es intolerable la intromisión de EE.UU. en todo! Ya se entrometieron en Europa, durante la II Guerra Mundial. Después volvieron a entrometerse en la guerra de Yugoslavia. Y ahora otra vez en el asunto de Aminatu.
No es de extrañar que tanta gente les odie por esa manía de meterse en lo que no les importa. La II Guerra Mundial la hubieran podido ganar solitos los rusos, los ingleses y los franceses. La de Kósovo se hubiera terminado cuando hubieran muerto todos los kosovares. Y lo de Aminatu estaba a punto de solucionarlo la Alianza de Civilizaciones.
El rey de Marruecos ha cambiado su postura, tras la intervención diplomática de EE.UU., y tanto Aminatu, como los portavoces de los gobiernos de Marruecos y España han insistido en que el regreso de la saharaui se produce “sin condiciones”.
Por pura casualidad, hoy se ha firmado un acuerdo agrícola entre la UE y Marruecos, que beneficia notablemente a éste último –y que probablemente perjudicará directamente a los agricultores españoles-. Pero esto no ha tenido nada que ver. Sencillamente: el rey de Marruecos se ha apiadado de Aminatu, y por eso le ha permitido que vuelva. ¡Qué majo!
Y por otra parte ¡es intolerable la intromisión de EE.UU. en todo! Ya se entrometieron en Europa, durante la II Guerra Mundial. Después volvieron a entrometerse en la guerra de Yugoslavia. Y ahora otra vez en el asunto de Aminatu.
No es de extrañar que tanta gente les odie por esa manía de meterse en lo que no les importa. La II Guerra Mundial la hubieran podido ganar solitos los rusos, los ingleses y los franceses. La de Kósovo se hubiera terminado cuando hubieran muerto todos los kosovares. Y lo de Aminatu estaba a punto de solucionarlo la Alianza de Civilizaciones.
jueves, 17 de diciembre de 2009
El hambre de los ricos
La anorexia nerviosa es una enfermedad grave, que puede poner en peligro la vida de los que la padecen. Son, en su mayoría, chicas, a menudo muy jóvenes. Obsesionadas por su imagen, hacen todo lo imaginable para adelgazar, y nunca les parece que hayan conseguido lo suficiente.
Las familias de los enfermos viven en la angustia de ver cómo una hija que había sido ejemplar se va convirtiendo poco a poco en un esqueleto andante. Las tasas de afectados aumentan de año en año en los países occidentales. Se da la grotesca paradoja de que mientras millones de personas en todo el mundo pasan hambre porque no tienen nada que comer, otras decenas de miles que podrían comer lo que quisieran renuncian voluntariamente a hacerlo.
¿Qué origina esa extraña enfermedad? ¿Se debe a la presión de la industria de los productos adelgazantes? ¿Es culpa de las empresas de confección que hacen tallas muy pequeñas? ¿La causa está en el aspecto famélico de las modelos?
Las familias de los enfermos viven en la angustia de ver cómo una hija que había sido ejemplar se va convirtiendo poco a poco en un esqueleto andante. Las tasas de afectados aumentan de año en año en los países occidentales. Se da la grotesca paradoja de que mientras millones de personas en todo el mundo pasan hambre porque no tienen nada que comer, otras decenas de miles que podrían comer lo que quisieran renuncian voluntariamente a hacerlo.
¿Qué origina esa extraña enfermedad? ¿Se debe a la presión de la industria de los productos adelgazantes? ¿Es culpa de las empresas de confección que hacen tallas muy pequeñas? ¿La causa está en el aspecto famélico de las modelos?
miércoles, 16 de diciembre de 2009
Dos listillos y un vivales
En un restaurante, tres hombres comían juntos. Uno de ellos dijo:
- Yo soy empresario, y vivo de mis ventas. Tendríamos que pagar menos impuestos, sobre todo menos cotizaciones sociales. Debería poder despedir sin restricciones a cualquiera de mis trabajadores, y pagarles únicamente según los resultados de la empresa.
- Yo soy trabajador –dijo otro- y vivo de mi sueldo. La jornada laboral debería ser de 30 horas semanales, Tendría que haber 45 días de vacaciones anuales. Los empleos deberían ser fijos y vitalicios, y en caso de quedar en paro se debería cobrar el 100% del sueldo, durante todo el tiempo que se tarde en volver a encontrar trabajo.
- Pues yo soy político –dijo el tercero-, y vivo de los votos. Está claro que lo que queréis el uno y el otro es completamente incompatible.
- Entonces ¿qué hacemos? –preguntaron a coro el empresario y el trabajador.
- Como hay más trabajadores que empresarios –respondió el político-, me conviene más estar de parte de los trabajadores, que dan más votos. Pero voy a hacer algo mejor: vosotros seguid discutiendo aquí hasta que os pongáis de acuerdo. Mientras eso no ocurra no perderé los votos de ninguno de los dos. ¡Ah! Y gracias por invitarme. Mañana vendré otra vez a comer con vosotros.
- Yo soy empresario, y vivo de mis ventas. Tendríamos que pagar menos impuestos, sobre todo menos cotizaciones sociales. Debería poder despedir sin restricciones a cualquiera de mis trabajadores, y pagarles únicamente según los resultados de la empresa.
- Yo soy trabajador –dijo otro- y vivo de mi sueldo. La jornada laboral debería ser de 30 horas semanales, Tendría que haber 45 días de vacaciones anuales. Los empleos deberían ser fijos y vitalicios, y en caso de quedar en paro se debería cobrar el 100% del sueldo, durante todo el tiempo que se tarde en volver a encontrar trabajo.
- Pues yo soy político –dijo el tercero-, y vivo de los votos. Está claro que lo que queréis el uno y el otro es completamente incompatible.
- Entonces ¿qué hacemos? –preguntaron a coro el empresario y el trabajador.
- Como hay más trabajadores que empresarios –respondió el político-, me conviene más estar de parte de los trabajadores, que dan más votos. Pero voy a hacer algo mejor: vosotros seguid discutiendo aquí hasta que os pongáis de acuerdo. Mientras eso no ocurra no perderé los votos de ninguno de los dos. ¡Ah! Y gracias por invitarme. Mañana vendré otra vez a comer con vosotros.
martes, 15 de diciembre de 2009
El humo y la libertad
La ministra de Sanidad ha anunciado que a partir del 1 de enero quedará prohibido fumar en toda clase de lugares públicos cerrados, sin excepción.
Nadie discute que fumar es un hábito muy perjudicial para la salud. Para la salud del que fuma, y para la de los que le rodean. Por lo tanto, parece razonable que los poderes públicos tomen medidas destinadas a erradicar el hábito.
Pero la medida de prohibir de manera absoluta presenta algún punto oscuro. Por una parte, porque hace un par de años se aprobó una ley que hizo que miles de empresarios de hostelería realizaran inversiones para adaptar sus locales separando zonas para fumadores y no fumadores. Con la nueva norma, esas inversiones sólo habrán sido dinero tirado.
Y sobre todo porque una vez más se le ve al gobierno el alma totalitaria que esconde. ¿Por qué no puede alguien abrir un bar para fumadores, si todos los que entran allí lo son? Entiendo que otras personas piensen de modo distinto, y sean felices con un gobierno que les tutela, pero no es mi caso. El gobierno no es mi padre, ni mi médico, ni mi abogado, ni mi consejero. El gobierno está formado por unas personas que viven de los impuestos que yo pago, y que deberían ocuparse de que funcionen los servicios públicos y la justicia, de hacer cumplir la ley y de entender las relaciones internacionales.
Yo ya soy mayorcito. Yo quiero ser libre, y por eso tengo derecho a equivocarme, incluso a perjudicar mi salud. Yo no necesito que ningún ministro me diga lo que es bueno o malo para mí.
Pasito a pasito, ante la resignación de la mayoría, una minoría va invadiendo cada día un poco más la esfera del libre albedrío individual.
¿Qué vendrá después? ¿la ley seca? ¿se prohibirán los deportes de riesgo? ¿será obligatorio que los hombres planchen en casa y que las mujeres arreglen los grifos? ¿se impondrá una edad para tener relaciones sexuales por primera vez? ¿nos dirán qué libros podemos leer y cuáles no? ¿Treinta y cinco años después de la muerte de uno que obligaba a cantar el Cara al Sol habrá otro que nos obligue a cantar La Internacional?
Alguno dirá que me he pasado tres pueblos. Pero nunca se sabe. Como dijo Berton Brecht: “primero fueron por los comunistas, y no dije nada porque no yo no soy comunista…”.
Junto al olor a humo desaparece un poco de olor a libertad.
Nadie discute que fumar es un hábito muy perjudicial para la salud. Para la salud del que fuma, y para la de los que le rodean. Por lo tanto, parece razonable que los poderes públicos tomen medidas destinadas a erradicar el hábito.
Pero la medida de prohibir de manera absoluta presenta algún punto oscuro. Por una parte, porque hace un par de años se aprobó una ley que hizo que miles de empresarios de hostelería realizaran inversiones para adaptar sus locales separando zonas para fumadores y no fumadores. Con la nueva norma, esas inversiones sólo habrán sido dinero tirado.
Y sobre todo porque una vez más se le ve al gobierno el alma totalitaria que esconde. ¿Por qué no puede alguien abrir un bar para fumadores, si todos los que entran allí lo son? Entiendo que otras personas piensen de modo distinto, y sean felices con un gobierno que les tutela, pero no es mi caso. El gobierno no es mi padre, ni mi médico, ni mi abogado, ni mi consejero. El gobierno está formado por unas personas que viven de los impuestos que yo pago, y que deberían ocuparse de que funcionen los servicios públicos y la justicia, de hacer cumplir la ley y de entender las relaciones internacionales.
Yo ya soy mayorcito. Yo quiero ser libre, y por eso tengo derecho a equivocarme, incluso a perjudicar mi salud. Yo no necesito que ningún ministro me diga lo que es bueno o malo para mí.
Pasito a pasito, ante la resignación de la mayoría, una minoría va invadiendo cada día un poco más la esfera del libre albedrío individual.
¿Qué vendrá después? ¿la ley seca? ¿se prohibirán los deportes de riesgo? ¿será obligatorio que los hombres planchen en casa y que las mujeres arreglen los grifos? ¿se impondrá una edad para tener relaciones sexuales por primera vez? ¿nos dirán qué libros podemos leer y cuáles no? ¿Treinta y cinco años después de la muerte de uno que obligaba a cantar el Cara al Sol habrá otro que nos obligue a cantar La Internacional?
Alguno dirá que me he pasado tres pueblos. Pero nunca se sabe. Como dijo Berton Brecht: “primero fueron por los comunistas, y no dije nada porque no yo no soy comunista…”.
Junto al olor a humo desaparece un poco de olor a libertad.
lunes, 14 de diciembre de 2009
Críticas y elogios
Esta sopa está fría.
Has vuelto a llegar tarde.
Siempre te olvidas las llaves.
Nunca te fijas en mí.
¿Otro suspenso?
No vales para nada.
Cosas que decimos a menudo. Críticas, reproches, quejas. Algo lógico porque vivimos rodeados de personas, y la gente no es perfecta.
Esto está buenísimo.
Gracias por tu puntualidad.
No se te escapa nada.
Eres muy atento conmigo.
Enhorabuena por este trabajo.
Te admiro.
Cosas que decimos muy poco. ¿Es lógico? ¿Acaso nadie hace nada bien a nuestro alrededor?
¿Por qué nos cuesta tanto decirle a los demás lo bueno que tienen?
¿Hacemos a los que nos rodean tantos elogios como críticas?
Has vuelto a llegar tarde.
Siempre te olvidas las llaves.
Nunca te fijas en mí.
¿Otro suspenso?
No vales para nada.
Cosas que decimos a menudo. Críticas, reproches, quejas. Algo lógico porque vivimos rodeados de personas, y la gente no es perfecta.
Esto está buenísimo.
Gracias por tu puntualidad.
No se te escapa nada.
Eres muy atento conmigo.
Enhorabuena por este trabajo.
Te admiro.
Cosas que decimos muy poco. ¿Es lógico? ¿Acaso nadie hace nada bien a nuestro alrededor?
¿Por qué nos cuesta tanto decirle a los demás lo bueno que tienen?
¿Hacemos a los que nos rodean tantos elogios como críticas?
viernes, 11 de diciembre de 2009
Guerra y Paz
No voy a escribir sobre la gran obra de León Tolstoi, sino sobre la paradoja que se ha vivido hoy en Estocolmo, al recibir Barak Obama el Nóbel de la Paz.
Demostrando coraje, el presidente de EE.UU. abordó enseguida la cuestión polémica: “han concedido el Nóbel de la Paz a un comandante en jefe de un país que está metido en dos guerras”. En su discurso pronunció afirmaciones muy realistas, aunque en España resultan políticamente incorrectas.
Entre otras cosas dijo: “Siempre habrá guerras”. “Podemos entender que habrá guerras y seguir luchando por la paz”. “El mundo es el que es”. “No basta con desear la paz”. “El mal existe en el mundo”. “Hay guerras que son justificables”. “El movimiento pacifista no hubiera podido detener a Hítler”.
A mí me sigue pareciendo poco acertada la concesión del premio a Obama, porque no ha hecho absolutamente nada para merecerlo. Pero como dirigente político me ha parecido impecable: realista y claro, Algo a lo que no estamos nada acostumbrados por estas tierras.
Demostrando coraje, el presidente de EE.UU. abordó enseguida la cuestión polémica: “han concedido el Nóbel de la Paz a un comandante en jefe de un país que está metido en dos guerras”. En su discurso pronunció afirmaciones muy realistas, aunque en España resultan políticamente incorrectas.
Entre otras cosas dijo: “Siempre habrá guerras”. “Podemos entender que habrá guerras y seguir luchando por la paz”. “El mundo es el que es”. “No basta con desear la paz”. “El mal existe en el mundo”. “Hay guerras que son justificables”. “El movimiento pacifista no hubiera podido detener a Hítler”.
A mí me sigue pareciendo poco acertada la concesión del premio a Obama, porque no ha hecho absolutamente nada para merecerlo. Pero como dirigente político me ha parecido impecable: realista y claro, Algo a lo que no estamos nada acostumbrados por estas tierras.
martes, 8 de diciembre de 2009
Gibraltar
Cuatro guardias civiles
han sido retenidos por la policía de Gibraltar tras entrar en el puerto persiguiendo a una lancha sospechosa de contrabando.
Gibraltar lleva suponiendo un problema para España desde hace 305 años. En este tiempo ha ocurrido de todo: posesión holandesa, después británica; intentos de conquista; aislamiento, apertura, amenazas y adulaciones. Hoy su función militar ha perdido mucha relevancia, y supone un quebradero de cabeza tanto para el gobierno de España como para el de Londres. Ha habido numerosos encuentros y negociaciones, que siempre se estrellan en la misma pared: los llanitos no quieren ni oír hablar de la posibilidad de ser españoles.
¿Por qué? ¿Qué hace que unos pocos miles de personas que hablan perfectamente andalú, que van a comprar, al cine, de copas, al hospital y a la playa en España se aferren como a un clavo ardiendo a su pasaporte británico?
Probablemente porque Gran Bretaña es una potencia de primer nivel, y España sólo de segundo rango. Quizá también porque tal como están las cosas, Gibraltar goza de una indiscutible personalidad propia, que la hace diferente de todo su entorno, y si se integrara en España pasaría a ser una población más dentro de la atrasada Andalucía.
Pero sobre todo porque su estatus les permite gozar de una prosperidad única. Además de ser un paraíso fiscal, en el enclave florecen miles de empresas instrumentales que actúan como tapadera en toda clase de negocios sucios e ilegales. Se blanquean millones y se compran armas y drogas de una manera que no sería posible en La Línea o en Algeciras.
Probablemente, su patriotismo británico tenga mucho más que ver con el bolsillo que con el corazón. Pero hay que comprenderles ¿quién renunciaría a un chollo así?
han sido retenidos por la policía de Gibraltar tras entrar en el puerto persiguiendo a una lancha sospechosa de contrabando.
Gibraltar lleva suponiendo un problema para España desde hace 305 años. En este tiempo ha ocurrido de todo: posesión holandesa, después británica; intentos de conquista; aislamiento, apertura, amenazas y adulaciones. Hoy su función militar ha perdido mucha relevancia, y supone un quebradero de cabeza tanto para el gobierno de España como para el de Londres. Ha habido numerosos encuentros y negociaciones, que siempre se estrellan en la misma pared: los llanitos no quieren ni oír hablar de la posibilidad de ser españoles.
¿Por qué? ¿Qué hace que unos pocos miles de personas que hablan perfectamente andalú, que van a comprar, al cine, de copas, al hospital y a la playa en España se aferren como a un clavo ardiendo a su pasaporte británico?
Probablemente porque Gran Bretaña es una potencia de primer nivel, y España sólo de segundo rango. Quizá también porque tal como están las cosas, Gibraltar goza de una indiscutible personalidad propia, que la hace diferente de todo su entorno, y si se integrara en España pasaría a ser una población más dentro de la atrasada Andalucía.
Pero sobre todo porque su estatus les permite gozar de una prosperidad única. Además de ser un paraíso fiscal, en el enclave florecen miles de empresas instrumentales que actúan como tapadera en toda clase de negocios sucios e ilegales. Se blanquean millones y se compran armas y drogas de una manera que no sería posible en La Línea o en Algeciras.
Probablemente, su patriotismo británico tenga mucho más que ver con el bolsillo que con el corazón. Pero hay que comprenderles ¿quién renunciaría a un chollo así?
viernes, 4 de diciembre de 2009
Desmontar el Cristo
ERC ha presentado una propuesta en el Congreso para retirar los crucifijos de los centros de enseñanza. Ha sido aprobada con sus votos, los del PSOE, y los del BNG. Después, unos miembros del PSOE han dicho que la cosa se refiere sólo a los centros públicos y otros han dicho que se refiere a todos. Así seguro que alguno acierta.
Me parece que en los colegios no debería haber más que libros, mapas, compases y laboratorios. Las creencias religiosas forman parte de la intimidad de la conciencia de cada cual, y no existe ni un sólo dato verificable que dé más credibilidad a lo que predica una religión sobre lo que asegura otra. Por eso sería muy conveniente que sus símbolos y sus doctrinas quedaran fuera de la escuela. Por lo tanto, soy partidario de esa medida.
Pero dicho eso, tampoco me parece que esa sea la gran cuestión que preocupa a la sociedad en estos momentos. Yo no soy creyente, pero paso todos los días cerca de alguna cruz: en el pórtico de una iglesia, en una farmacia, o en una ambulancia. Y la verdad es que jamás me han producido la menor molestia.
¿De verdad es un asunto importante lo de las cruces en los colegios? ¿Se aprenden más matemáticas sin crucifijos? ¿Contribuye a crear una sociedad normalizada? ¿O más bien a profundizar en el enfrentamiento de las dos Españas? ¿Quizá sólo es un señuelo para que nos olvidemos de la creciente cifra de parados?
¿Esto de desmontar el Cristo no tiene el peligro de terminar en todo lo contrario?
Me parece que en los colegios no debería haber más que libros, mapas, compases y laboratorios. Las creencias religiosas forman parte de la intimidad de la conciencia de cada cual, y no existe ni un sólo dato verificable que dé más credibilidad a lo que predica una religión sobre lo que asegura otra. Por eso sería muy conveniente que sus símbolos y sus doctrinas quedaran fuera de la escuela. Por lo tanto, soy partidario de esa medida.
Pero dicho eso, tampoco me parece que esa sea la gran cuestión que preocupa a la sociedad en estos momentos. Yo no soy creyente, pero paso todos los días cerca de alguna cruz: en el pórtico de una iglesia, en una farmacia, o en una ambulancia. Y la verdad es que jamás me han producido la menor molestia.
¿De verdad es un asunto importante lo de las cruces en los colegios? ¿Se aprenden más matemáticas sin crucifijos? ¿Contribuye a crear una sociedad normalizada? ¿O más bien a profundizar en el enfrentamiento de las dos Españas? ¿Quizá sólo es un señuelo para que nos olvidemos de la creciente cifra de parados?
¿Esto de desmontar el Cristo no tiene el peligro de terminar en todo lo contrario?
jueves, 3 de diciembre de 2009
La crisis más breve de la Historia
En la sesión de control al gobierno, de ayer, Mariano Rajoy le ha dicho a al presidente:
“Usted solo reconoció la crisis cuando ésta ya llevaba un año entre nosotros, y lleva casi otro año diciendo que lo peor ya ha pasado. Si hubiera que creerle, se trataría de la crisis más breve de la Historia”.
No soy muy proclive a aplaudir a Rajoy, que aunque creo que es un hombre riguroso y veraz, también me parece que adolece de otras cualidades importantes. Pero tengo que reconocer que en esta ocasión su argumento es totalmente demoledor para la credibilidad de un presidente de gobierno.
Sin entrar a comentar la propuesta de Ley de Economía Sostenible, me llama la atención esa actitud del presidente, que contra viento y marea se empeña en describir a los ciudadanos una realidad que no existe. Han sido muchas las ocasiones en las que le hubiera bastado con quedarse callado, y sin embargo ha preferido hacer augurios fallidos, anunciar acontecimientos futuros inexistentes, o contarnos que la noche es día.
Me cuesta entender esa actitud porque me parece claramente suicida para el futuro político de quien la practica. No se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo, y por mucha que sea la fe de la gente, tarde o temprano la realidad termina por imponerse. También me parece extraño que en su partido no haya nadie capaz de hacerle ver que por ese camino no sólo pone en peligro la viabilidad del Estado, sino que está hipotecando el propio prestigio de las siglas PSOE.
Y sigo sin resolver mi gran duda: ¿Se trata de un visionario fanático que dice lo que él ve en sus quimeras? ¿O es un hombre sin escrúpulos que está convencido de que los ciudadanos españoles somos rematadamente idiotas?
“Usted solo reconoció la crisis cuando ésta ya llevaba un año entre nosotros, y lleva casi otro año diciendo que lo peor ya ha pasado. Si hubiera que creerle, se trataría de la crisis más breve de la Historia”.
No soy muy proclive a aplaudir a Rajoy, que aunque creo que es un hombre riguroso y veraz, también me parece que adolece de otras cualidades importantes. Pero tengo que reconocer que en esta ocasión su argumento es totalmente demoledor para la credibilidad de un presidente de gobierno.
Sin entrar a comentar la propuesta de Ley de Economía Sostenible, me llama la atención esa actitud del presidente, que contra viento y marea se empeña en describir a los ciudadanos una realidad que no existe. Han sido muchas las ocasiones en las que le hubiera bastado con quedarse callado, y sin embargo ha preferido hacer augurios fallidos, anunciar acontecimientos futuros inexistentes, o contarnos que la noche es día.
Me cuesta entender esa actitud porque me parece claramente suicida para el futuro político de quien la practica. No se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo, y por mucha que sea la fe de la gente, tarde o temprano la realidad termina por imponerse. También me parece extraño que en su partido no haya nadie capaz de hacerle ver que por ese camino no sólo pone en peligro la viabilidad del Estado, sino que está hipotecando el propio prestigio de las siglas PSOE.
Y sigo sin resolver mi gran duda: ¿Se trata de un visionario fanático que dice lo que él ve en sus quimeras? ¿O es un hombre sin escrúpulos que está convencido de que los ciudadanos españoles somos rematadamente idiotas?
miércoles, 2 de diciembre de 2009
El Nóbel de la Paz
Hoy Obama anunciará un incremento de las tropas de EE.UU. en Afganistán, al tiempo que solicitará de los países aliados –entre ellos España- que también envíen más efectivos. El presidente Rodríguez Zapatero ya ha anunciado que accederá a esa petición.
Afganistán es algo más que un país perdido entre Irán y Pakistán. Es el estandarte de una concepción extremista del Islam, y lo que allí suceda tendrá sin duda repercusiones importantes a nivel global.
Por otra parte, se trata de un escenario envenenado, del que los soviéticos tuvieron que retirarse, y que puede suponer un alto coste en dinero y vidas para los países occidentales. Es muy dudoso que la opinión pública de estos acepte durante mucho tiempo esos costes.
Pero lo que más me llama la atención es que esa decisión de elevar el nivel de intervención militar la haya tomado el flamante Premio Nóbel de la Paz. O bien el comité que otorga esos premios se había puesto hasta las cejas de marihuana… o bien quisieron hacer política, y le dieron el premio para presionar en contra de esta medida.
A menos que, sencillamente, también hayan sucumbido al coro de empalagosos aduladores del inquilino de la Casa Blanca.
Afganistán es algo más que un país perdido entre Irán y Pakistán. Es el estandarte de una concepción extremista del Islam, y lo que allí suceda tendrá sin duda repercusiones importantes a nivel global.
Por otra parte, se trata de un escenario envenenado, del que los soviéticos tuvieron que retirarse, y que puede suponer un alto coste en dinero y vidas para los países occidentales. Es muy dudoso que la opinión pública de estos acepte durante mucho tiempo esos costes.
Pero lo que más me llama la atención es que esa decisión de elevar el nivel de intervención militar la haya tomado el flamante Premio Nóbel de la Paz. O bien el comité que otorga esos premios se había puesto hasta las cejas de marihuana… o bien quisieron hacer política, y le dieron el premio para presionar en contra de esta medida.
A menos que, sencillamente, también hayan sucumbido al coro de empalagosos aduladores del inquilino de la Casa Blanca.
martes, 1 de diciembre de 2009
Los minaretes
Los suizos han rechazado en referendum la construcción de minaretes en las mezquitas. En el país existe completa libertad de culto para todas las religiones. El referendum se ha planteado desde un enfoque urbanístico. El gobierno suizo defendía el “sí”. El partido mayoritario de derecha ha obtenido un significativo triunfo. Gobiernos de toda Europa han manifestado su desaprobación por el resultado.
Esos son los hechos. Pero ¿qué hay detrás de ellos? ¿todo es cuestión del impacto ambiental que pueden producir unas torres sobre el sereno paisaje?
A mí me parece que no. Creo que los suizos han expresado también su temor a perder su propia identidad ante el empuje de una cultura radicalmente diferente: la musulmana.
¿Y por qué temen eso? ¿Acaso son intolerantes los suizos?
Me da la impresión de que los suizos han actuado de manera muy parecida a lo que harían los ciudadanos de otros países europeos, si se les consultara a ellos también. En contra del discurso oficial –políticamente correcto- de mano tendida al Islam, de apaciguamiento, y de ojos cerrados ante ciertas prácticas, la gente sigue con preocupación el aumento del número de residentes islámicos, y no precisamente por que no sean cristianos. El problema que plantea el Islam en Europa es que su religión empapa todos los aspectos de su vida. Les dice cómo comer, cuándo fornicar, qué hay que beber, cómo deben ser las leyes, y cuál el papel de las mujeres. Para ellos la religión está antes que el Estado. Y precisamente eso es algo que hemos superado en Europa hace mucho. Aquí la religión es un asunto personal, y el Estado tiene la primacía.
El Islam de hoy es muy semejante al cristianismo de hace 500 años. Los musulmanes tienen todo el derecho a construir sus vidas así, si lo prefieren. Pero los occidentales también deberíamos tener derecho a no permitir que se nos cambien nuestros valores, nuestra concepción democrática, y nuestra manera de entender la vida.
Esos son los hechos. Pero ¿qué hay detrás de ellos? ¿todo es cuestión del impacto ambiental que pueden producir unas torres sobre el sereno paisaje?
A mí me parece que no. Creo que los suizos han expresado también su temor a perder su propia identidad ante el empuje de una cultura radicalmente diferente: la musulmana.
¿Y por qué temen eso? ¿Acaso son intolerantes los suizos?
Me da la impresión de que los suizos han actuado de manera muy parecida a lo que harían los ciudadanos de otros países europeos, si se les consultara a ellos también. En contra del discurso oficial –políticamente correcto- de mano tendida al Islam, de apaciguamiento, y de ojos cerrados ante ciertas prácticas, la gente sigue con preocupación el aumento del número de residentes islámicos, y no precisamente por que no sean cristianos. El problema que plantea el Islam en Europa es que su religión empapa todos los aspectos de su vida. Les dice cómo comer, cuándo fornicar, qué hay que beber, cómo deben ser las leyes, y cuál el papel de las mujeres. Para ellos la religión está antes que el Estado. Y precisamente eso es algo que hemos superado en Europa hace mucho. Aquí la religión es un asunto personal, y el Estado tiene la primacía.
El Islam de hoy es muy semejante al cristianismo de hace 500 años. Los musulmanes tienen todo el derecho a construir sus vidas así, si lo prefieren. Pero los occidentales también deberíamos tener derecho a no permitir que se nos cambien nuestros valores, nuestra concepción democrática, y nuestra manera de entender la vida.
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