En un restaurante, tres hombres comían juntos. Uno de ellos dijo:
- Yo soy empresario, y vivo de mis ventas. Tendríamos que pagar menos impuestos, sobre todo menos cotizaciones sociales. Debería poder despedir sin restricciones a cualquiera de mis trabajadores, y pagarles únicamente según los resultados de la empresa.
- Yo soy trabajador –dijo otro- y vivo de mi sueldo. La jornada laboral debería ser de 30 horas semanales, Tendría que haber 45 días de vacaciones anuales. Los empleos deberían ser fijos y vitalicios, y en caso de quedar en paro se debería cobrar el 100% del sueldo, durante todo el tiempo que se tarde en volver a encontrar trabajo.
- Pues yo soy político –dijo el tercero-, y vivo de los votos. Está claro que lo que queréis el uno y el otro es completamente incompatible.
- Entonces ¿qué hacemos? –preguntaron a coro el empresario y el trabajador.
- Como hay más trabajadores que empresarios –respondió el político-, me conviene más estar de parte de los trabajadores, que dan más votos. Pero voy a hacer algo mejor: vosotros seguid discutiendo aquí hasta que os pongáis de acuerdo. Mientras eso no ocurra no perderé los votos de ninguno de los dos. ¡Ah! Y gracias por invitarme. Mañana vendré otra vez a comer con vosotros.
Un cuento con trampa...."Mientras eso no ocurra no perderé los votos de ninguno de los dos".......de dónde sacas eso Botijo??
ResponderEliminarHay mucha mucha gente que no vota.
Me refiero a los que pasan de votar. No a los que no puedan.
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