............

............

viernes, 13 de febrero de 2015

Chiringuitos para okupas


Durante los últimos 35 años España ha pasado de tener una Administración piramidal de tres pisos –ayuntamientos, diputaciones provinciales, y Estado- a una torre de seis pisos -ayuntamientos, comarcas, diputaciones provinciales, comunidades autónomas, Estado y Unión Europea-. Además, de cada uno de estos cuelgan racimos de organismos, observatorios, comités, delegaciones, subdelegaciones, consorcios, entes, y empresas públicas y semipúblicas.

Naturalmente, en todos esos organismos anidan cientos de miles de españoles, que han encontrado acomodo a la sombra del poder político en miles de chiringuitos, muchos de los cuales son perfectamente prescindibles.

Los demás españoles –los que no llenan el frigorífico gracias a alguna de estas bicocas, los que se ganan la vida trabajando en cualquier sector productivo, parecen haberse cansado de este estado de cosas, y cada vez son más los que creen que hay demasiados políticos en demasiados sitios. Sin embargo, el problema no está en que haya un exceso de políticos, sino en que hay un exceso de chiringuitos para albergar políticos y amigos y familiares de políticos.

Aplicando la vieja cuestión de qué fue antes, el huevo o la gallina, aquí podemos afirmar que lo primero fue el chiringuito. Exactamente igual que si no hubiera pisos vacíos, no habría okupas. Nadie nace okupa y nadie nace político. Los okupas son una especie eminentemente oportunista que aprovecha en beneficio propio algo que ya existe.

Se precisa una drástica reducción de los niveles de la administración –suprimiendo diputaciones provinciales y comarcas, por ejemplo-, si se quiere reducir la pesada carga de políticos y afines que medran a costa de los impuestos de los ciudadanos que trabajan en algo útil. Si no queremos que haya tantos okupas,- hay que derribar los chiringuitos sobrantes.


2 comentarios:

  1. Claro que es preciso suprimir cantidad de chiringuitos completamente inutiles y prescindibles que se llevan un monton de dinero de los impuestos que podria ser destinado a otros fines muchisimo mas utiles. Pero tambien seria necesario suprimir los privilegios asociados a trabajar en los chiringuitos "necesarios", y la manera de acceso a esos chiringuitos.

    ResponderEliminar
  2. Sin duda. Nadie debería tener un empleo público sin haberse sometido a los principios de igualdad, mérito y capacidad.
    Colocar gente "a dedo" en los chiringuitos es lo que ha dado lugar a la extensa red clientelar existente: Yo te coloco, y tú y tu familia me votáis.

    ResponderEliminar

Puedes usar este ventanuco para escribir tu comentario