El chico, de 14 años, ha suspendido todas las asignaturas. El padre, indignado, ha ido a hablar con el tutor, y ha exigido entrevistarse con cada uno de los profesores de cada asignatura. Aunque no es el procedimiento habitual, porque para eso está la figura del tutor, el jefe de estudios accedió, y el padre fue visitando a cada profesor.
¿Quería saber cuáles eran los puntos débiles de su hijo? ¿O preguntar de qué manera podría él contribuir desde casa a que el chico estudiara más?
No. Era que el padre no estaba de acuerdo con las calificaciones. Exigió ver los exámenes, y las notas que habían merecido los trabajos realizados por su hijo en casa. No estaba de acuerdo con ellas: “Este trabajo NOS ha costado hacerlo casi diez horas a mi hijo y a mí. No puede ser que le ponga un 4”.
Me pregunto quién debería ir a cole ¿el hijo o el padre?
Pues lleva razon el padre...no se merece que le ponga un 4. Tenia que ponerle un 2 a cada uno.
ResponderEliminarDel tal padre....tal hijo!