Un espectáculo que no puede faltar en muchos pueblos de
Levante es el toro de fuego. Se clava sólidamente un poste robusto en la plaza,
y por un orificio que lo atraviesa horizontalmente se hace pasar una soga de más
de 50 m. Un extremo de la cuerda se sujeta al toro encerrado en el toril. El
otro queda en manos de los mozos del pueblo, y el poste queda en medio. Al
abrirse la puerta del toril, el toro se lanza a la plaza, por la que puede
moverse dentro del radio de 25 ó 30 metros de la soga que le une al poste. La
cuerda puede deslizarse por el orificio, y el animal intenta alejarse, pero los
15 o 20 mozos que tiran del otro extremo se lo impiden. En esta pugna, los
mozos van ganando cuerda, y el toro dispone cada vez de menos radio para
moverse. Finalmente, los mozos ganan, y el toro –aterrado- queda con la cabeza amarrada
al poste. En ese momento otros mozos le rodean y lo inmovilizan, colocándose
entonces en los cuernos las bolas. Se les prende fuego, y por último se corta
la cuerda, dejando que la res pueda evolucionar libremente por la plaza.
Me acordaba de este ritual ayer, viendo a Rajoy en su
entrevista, cuando insistía una y otra vez en la austeridad. Le preguntaban
sobre el crecimiento y el empleo, y él volvía a hablar de la austeridad como el
único requisito que algún día debería permitirnos crear empleo.
Los recortes del gobierno me hicieron evocar esa soga que se
va acortando hasta que el toro queda casi indefenso, atado al poste, y ahí ya
se le pueden poner las bolas de fuego. Esa parece ser la estrategia de la UE, y
de los gobiernos de los países que la forman. Han llegado a la conclusión de
que el Estado de Bienestar, de las subvenciones generalizadas, del gratis
total, del maná, es inviable. Pero saben que sería imposible convencer al toro
de que hay que ponerle unas bolas de brea en los cuernos. Así que van
recortando poco a poco prestaciones, beneficios y privilegios. Saben que la
gente se resistirá -como el toro-, pero que inexorablemente terminará
inmovilizada y rendida. Sólo entonces –colocadas las bolas ardientes- se podrá
cortar la cuerda, y la sociedad podrá volver a moverse, la economía a crecer,
el empleo a aumentar. Los ciudadanos respiraremos aliviados al final del
tormento, y nos sentiremos felices de nuevo. ¡Qué importan unas bolas de fuego
si podemos corretear por la plaza!
Entre el gratis total...entre nada para los individuos, y todo para los bancos...entre todo recortes, y cambiaremos las leyes que haga falta (para EuroVegas) creo que hay muchas otras opciones.
ResponderEliminarA unos les acortan la soga...y a otros les ponen alas.
Mal vamos...muy mal. Si viendo donde han llegado Grecia y Portugal pidiendo el rescate...y donde esta Alemania con un monton de mini-jobs para jovenes y menos jovenes que deberian poder vivir de su jubilacion, pero no pueden...deberiamos pensar que algo no se hace como se deberia...
Por Rajoy sin comentarios..."Os tengo que decir, es que lo tengo que decir...ahhhhhhh, ehhhhhhhhh....no podemos gastar lo que no tenemos" Ni siquiera fue capaz de contestar a preguntas que tenia casi 100% de posibilidades de tener que responder.
Y para colmo nos suelta "a las LEYES, no les gusta que....mueran en la carcel" A las leyes? desde cuando las leyes tienen gustos? Quien hace esas leyes? Repugnan...pues vamos a cambiarlas...que parecemos tontos. Hay paises con cadena perpetua...y no por eso son menos civilizados.
Penica daba escuchar a Rajoy.