Las pasadas semanas se ha producido un debate respecto a la
posible alianza entre UPyD y Ciudadanos. Son muchas las personas que han votado
a una de las dos formaciones, y que piensan que si concurrieran juntas a las
elecciones, obtendrían más representación, lo que les permitiría introducir
algunas de sus propuestas en la escena política.
Este es el enfoque cuantitativo del asunto, y está directamente
relacionada con nuestra ley electoral: . Si dos partidos (A y B) obtienen un
millón de votos y cuatro diputados cada uno, presentándose en coalición
obtendrían dos millones de votos. Pero a causa del tamaño de las
circunscripciones electorales, el número de diputados ya no serían ocho, sino
probablemente de diez a quince.
El cálculo es bastante acertado –aunque también habría
votantes de uno de los dos partidos que no votarían si concurrieran con el
otro-. Por lo tanto, puede afirmarse que una alianza o coalizción entre UPyD y
Ciudadanos obtendría unos resultados significativamente mejores que si
concurren por separado.
También podemos abordar la cuestión desde un enfoque
cualitativo. No se trataría ya de penar en el número de diputados, sino en para
qué se quieren esos diputados. En el caso de UPyD la respuesta es nítida: para
regenerar la democracia en España.
Cuando se fundó UPyD en 2007, en España no hacía falta otro
partido. Lo que se necesitaba (o eso pensaron los fundadores de UPYD) era un
partido diferente a los ya existentes. No se creó el partido sólo para hacer
otras políticas, sino, sobre todo, para hacer política de una manera
completamente diferente a lo que se ha hecho durante estos últimos 35 años.
En UPyD creemos que para regenerar la política hay también
que regenerar la sociedad. Las personas que componen los partidos políticos no
son marcianos, sino españoles corrientes, con todas sus virtudes y todos sus
defectos. En esta situación, el papel de los partidos tiene que ser
absolutamente ejemplarizante. Tienen que demostrar con el ejemplo que una
democracia sana no puede sobrevivir en un caldo de cultivo de opacidad, de
mentiras, de compadreos, y de corrupción. Los partidos no deben ser maquinarias
para obtener el poder y ejercerlo en su propio beneficio, sino meros
instrumentos al servicio de los ciudadanos.
De ahí la importancia de preservar los principios que
inspiraron la fundación de UPyD. Porque lo más valioso de este partido no son
sus propuestas programáticas, sino sus valores y sus principios. Por eso debe
exigir unos requisitos innegociables a cualquier partido que aspiere a una
alianza con esta formación.
Si tenemos media copa de buen vino de crianza, y la
rellenamos con vino peleón, es cierto que tendremos una copa entera. Pero ya no
será un buen vino. Lo que España necesita no es un grahn partido más, sino un
partido completamente distinto. Que sea grande o pequeño, serán los españoles quienes lo tendrán que decidir..
Querido Manolo, me parece que tu ejemplo sobre el vino de crianza y el vino peleón es un tanto peyorativo y, como tal, desafortunado, ya que da a entender que UPyD es el vino de crianza, y CD`s el vino peleón. Lo siento, pero me parece un comentario, como mínimo, poco elegante y me sorprende en ti, francamente.
ResponderEliminarPor otra parte, los valores y principios de las personas , tanto individuales como agrupadas en cualquier tipo de asociación, como el valor de los toreros, debiera ser algo normal. Desgraciadamente, hoy estamos viendo tanta gente en política que carece de estos principios que parece que actuar de acuerdo con ellos es algo excepcional y para presumir de ello. Es como si un tendero, un médico o un fontanero presumieran de honradez y de hacer bien su trabajo. ¡Hombre, qué menos! Aunque haya profesionales que engañen en sus honorarios o en el trabajo realizado...
Lo que quiero decir con esto, es que sí, la ética y la honradez de un partido político es muy importante, por supuesto, y, sobre todo, viendo lo que se ve hoy en día, pero eso no es suficiente, al menos para mí, para votarle. Yo necesito que, además, me proponga algo que yo, como ciudadano, considere que me beneficia a mí y a buena parte de la sociedad, y que me diga cómo piensa llevarlo a cabo con ciertas garantías de éxito, porque si no, ¿de qué me sirve a mí? Las buenas intenciones no es suficiente, hay que poner los medios (éticos, por supuesto) para hacerlas realidad... aunque ello signifique perder algunas dosis de protagonismo. Nos vemos el sábado ante una taza de café.
Naturalmente, José Manuel. No se vota a un partido sólo porque sea honrado y transparente (aunque en los tiempos que corren eso ya es mucho). Se le vota en base a un programa electoral, que para eso se hacen.
ResponderEliminarPero aquí no hablaba de votos, ni de programas electorales, que en su momento se publicarán para que los españoles decidan. Aquí hablamos de las condiciones para aceptar hipotéticos compañeros de viaje.
Los ciudadanos podemos votar por la frutería o la charcutería, depende de lo que necesitemos. Pero un frutero o un charcutero harán muy bien en escoger cuidadosamente antes de abrir un comercio a medias con otro.
Yo tampoco usaría el ejemplo del vino crianza mezclado con peleón porque es cierto que tiene esa connotación negativa que no creo que quisieses transmitir. No hace falta hablar de la calidad del brebaje, si no simplemente de que no siempre las mezclas resultan en un buen sabor, si mezclas un buen vino con el mejor de los gazpachos ya me contarás qué tal, y sin embargo ambos son buenos en lo suyo...
ResponderEliminarUn saludo,
Me habéis convencido.
ResponderEliminarDigamos que es lo que ocurre si mezclamos un buen vino del Somontano con un buen vaso de leche de vaca suiza
Al final... ni buen vino, ni buena leche
:)
Me gustaría, si me lo permitís, introducir un matiz sobre estas reflexiones. Si bien es cierto que en una "alianza electoral" hay que tener muy presente el aspecto Cualitativo y Cuantitativo, no es menos cierto que existen mecanismos que pueden hacer que no se pierda "calidad" con la Alianza, y si en cambio, se pueda mejorar en la Cantidad (cuota de representación). A día de hoy, y es mi personal impresión, el Asunto primordial que preocupa a los ciudadanos es.... junto a la Crisis Económica, el descontento que produce el sistema político y el deficiente funcionamiento de las instituciones (corrupción, opacidad, desvinculación con los intereses de los ciudadanos ....). Cabe suponer que pueden existir acuerdos mas que sustanciales con mas de un partido en relación con las Reformas a realizar en nuestra democracia e instituciones para devolver la confianza a los ciudadanos. Como una de las posibilidades cabe mencionar la creación de un símil de FRENTE NACIONAL con unos objetivos determinados y limitados en el tiempo, cuyo fin primordial sea "reformar" las instituciones y el marco de la democracia, y en ese intervalo pactar un "mínimo" sobre políticas esenciales para luchar contra la Crisis Económica, para luego convocar nuevas Elecciones. (pienso claramente en los Comicios Generales, no en los Autonómicos y municipales). Como bien he dicho anteriormente, esta es solo una de las múltiples posibilidades de "movernos" sin perder las referencias individuales que hacen diferentes a los diversos partidos políticos, y que permiten la lucha contra un sistema político endogámico que se defiende con uñas y dientes (dividiendo el espíritu reformista compartamentalizando en distintas ideologías para que no exista una alternativa potente). Caben evidentemente otras muchas posibilidades de actuación, pero igualmente a mi juicio, no es el momento de permanecer desde Upyd inmóviles(no es un reproche), sino de concitar entorno a "nuestro proyecto de Cambios", la mayor cantidad de actores y fuerzas posible, lo que sin duda debilitará la "antigua" forma de hacer política en España, y reforzará nuestra posición y visibilidad ante los ciudadanos. No me parece especialmente deseable desaprovechar el sentimiento de inconformismo que subyace en las nuevas fuerzas políticas que han nacido tras estos últimos 35 años de Democracia, sino, al contrario, rentabilizarlas para que su impulso permita mejorar el Marco en el deseamos se desarrolle nuestra sociedad en las próximas décadas.
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