El gobierno de Aragón ya ha redactado un par de borradores de una futura “ley de lenguas”. Siguiendo el ejemplo de Cataluña, y presionados por la Chunta, el PSOE de Aragón se dispone a legislar sobre el asunto. En la futura ley se parcelará el territorio para señalar las zonas en las que, además del español, se reconocerá, potenciará, enseñara, y quizá se impondrá otra lengua “propia”.
Será un primer paso. Después vendrán otros: la exigencia de su conocimiento para acceder a la función pública; la necesidad de publicar los documentos oficiales debidamente traducidos a las lenguas; la obligación de rotular establecimientos; la emisión de programas en lenguas “propias” en la televisión y radio aragonesas, etc. Y finalmente, miles de chavales llegarán a la adolescencia sin dominar correctamente el español. ¡Gran favor que les haremos!
Con gran ahínco, nuestros políticos se aplican a caer en los mismos errores que han cometido en comunidades próximas. Muy poco a poco, irán convirtiendo algo tan normal como que mucha gente de Maella hable en catalán, en una cuestión patriótica. Tiempo al tiempo: al final nos dirán que la supervivencia de Aragón dependerá de que todos nos comuniquemos en fabla o en catalán.
¿Alguien cree que a los políticos se les elige y se les paga para que solucionen problemas de la sociedad?. Gran error. Su mayor habilidad acreditada consiste en crear problemas donde no existen.
Tanta estupidez habría q pararla. Llegará un momento es q este país será como una gran Babel, y tendremos q saber idiomas para ir a cualquier otra región... Personalmente, no me da la gana de aprender fabla, y soy tan aragonesa como cualquiera; pero si no me quedara otra para estudiar o rellenar unos papeles oficiales, a lo mejor me lo tendría q plantear. Pero ahí ya se me estaría obligando, es decir, violando mis derechos y mi libertad. Es eso lo q sienten algunos catalanes, vascos, valencianos, gallegos, etc.? Es un nacionalismo casi fanático de los ciudadanos o son obligados por un gobierno de cabestros? Me mata esa duda, y espero q en Aragón no nos pase lo mismo y nos dejen en paz.
ResponderEliminar"un nacionalismo casi fanático de los ciudadanos o son obligados por un gobierno de cabestros?"
ResponderEliminarYo creo que es una combinación de las dos cosas. Unos políticos cabestros manipulan los sentimientos viscerales y las pasiones de unos ciudadadnos borregos. Los borregos votan a los cabestros porque les suena bien eso de "tener una lengua propia". Luego los cabestros imponen esa "lengua propia" hasta en los recreos de los colegios para que cada vez haya más borreguitos. Al final se consigue un país de boregos, balando todos al mismo son, y un poco más aislados del resto del mundo.
A mi personalmente, ciudadana catalana, me importa un pito como me hablen, si puedo entenderme claro!. Me gusta más expresarme en castellano sencillamente porque me suena mejor: sobre todo los tacos. No es lo mismo decir "cojones" que suena rotundo, que decir "collons" que suena a cancioncilla de coro.
ResponderEliminarEn fin...
Una borreguilla descarriada, que pasa de los cabestros y a la que le va bien cualquier lengua (y no me refiero al órgano móvil que tenemos en el interior de la boca -aclaración esta necesaria siendo conocedora de la excelente agudeza que circula por estos lugares),os Saluda!
Pues yo no entiendo muy bien por qué se ponen así Botijo y Sara.
ResponderEliminarMe parece que hay que defender y fomentar las señas de identidad cultural de los pueblos.
Yo, sin ir más lejos, hoy iré a comprar el pan con el traje de baturra y las castañuelas, y si a alguien se le ocurre decirme una tontería, el próximo día voy vestida con una túnica de matrona romana o una vestimenta visigoda, que no sé muy bien lo que se ponían encima las señoras de esa última época citada, pero tengo la sensación que será algo acorde con las temperaturas primaverales que se avecinan :P
La funcion principal del lenguaje es la comunicacion. Si tengo una lengua que me sirve para eso, que la conocen todos, esa es la que se deberia de "potenciar", las demas si de verdad hay interes en que no se pierdan...los interesados seguro que se ocupan. Pero si a uno que no le interesa...le obligan a aprenderla, porque despues se la van a exigir para...estan imponiendo algo que crea mas problemas que los que resuelve.
ResponderEliminarCreo que ante el unico lenguaje que reaccionamos "todos" de una manera parecida, es cuando nos tocan el "bolsillo". Entonces empezamos a reaccionar pensando lo que me cuesta, lo que me aporta...estoy dispuesto a pagar por..... es necesario? nos podemos pasar...
Mientras no se tenga la conviccion de que todas estas "diferencias" tienen un coste altisimo para cada uno de nosotros, seguiemos comportandonos como borregos...diciendo, si lo paga el Gobierno...pues que lo hagan. Si el supieran, y quisieran explicar, que escribir todo en dos lenguas y los libros de texto... y profesores en una lengua y otra no es gratis...y que lo paga el Gobierno con el dinero que NOSOTROS le damos, lo mismo se nos ocurria pensar que si nos entendemos, pues para que complicar lo que es simple. Que quien tenga interes, se lo resolvera el solo.
La verdad es que sí que parece un paso atrás...
ResponderEliminarEs muy importnate lo que apunta Pilar: el coste económico de todas estas chorradas.
ResponderEliminarCuando los políticos "venden" la lengua propia apelan a la Historia, a la grandeza del país, al orgullo patri y demás zarandajas.
Pero nunca ¡nunca! explican también el coste que tiene la implantación de sgundas lenguas. Es cas seguro que si cada ciudadano que aplaude (más o menos borreguilmente) que se enseñe y promueva una lengua supiera lo que le cuesta... decidiera que le conviene mucho más dejar las cosas como están.
Y digo yo: las comunidades autónomas q no tengan "lengua propia", serán excluídas de algún sitio o de algún modo? Por ejemplo Madriz, el Foro, la Capi. Dejará de ser la capital de España por eso? Valdrá q los andaluces sólo tengan un deje diferente? Y los canarios? Los castellanos y manchegos sí q lo tienen mal, porq el suyo es un español fetén.
ResponderEliminarArama, estoy en lo del traje de visigoda; en cuanto sepa color y corte, te aviso y nos hacemos uno.
Ya me disculparéis si reavivo estos comentarios, pero es un tema que me interesa mucho (como sevillano que vive en Barcelona, aunque ya tengo un papelito del achuntamén que dice que dice que soy barcelonés), y que había dejado pasar por alto.
ResponderEliminarEl tema del bilingüismo es algo que me sugiere posturas encontradas en mí mismo, haciéndome vivir en una esquizofrenia paradójica. En las siguientes líneas me referiré siempre al caso catalán que es el que conozco de primera mano.
Por una parte, entiendo, respeto y comparto, las ansias de cada cual de expresarse en el lenguaje que prefiera. Aquí estoy de acuerdo con el primer enunciado de Pilar cuando afirma que la función principal del lenguaje es la comunicación. Difiero en sus conclusiones, como comentaré más adelante.
En mi experiencia desde que llegué a BCN hace 7 años, es que los conflictos provocados por el lenguaje, tal y como se venden en otras partes de Estepaís, no existen a pie de calle. Aún me queda por encontrar al anormal que pertinazmente se expresa en catalán aunque no lo entiendas. No lo conozco. Cuando al principio me costaba de entender, todo el mundo cambiaba automáticamente al castellano (como se denomina aquí al idioma español), sin ningún tipo de problema. Ahora que lo entiendo sin problemas, mantengo y disfruto de conversaciones bilinguales (¿se dice así?), sin ninguna acritud. Es más, lo considero como algo habitual y una de las riquezas culturales de Cataluña. Aún me sigue sorprendiendo la habilidad de estos señores para, en una misma conversación ir cambiando de idioma, según a quién se dirijan.
Y no tiene nada que ver con ninguna falta de educación (si hubiera alguien que no lo entendiese, automáticamente se cambia al castellano), sino con el hábito de mantener el idioma "con el que has conocido a una persona", y me explico: los bilingües, afirman, y lo he podido comprobar, que cuando conoces a alguien, y estableces el idioma en el que hablas con él (sea éste catalán o castellano), resulta extraño luego cambiar de idioma para expresarse con esa persona. De esta forma, conozco amigos perfectamente catalanoparlantes que hablan entre sí en castellano, y viceversa: personas que hablan en catalán entre ellos, pese a que su lengua "materna" sea el castellano.
Este hecho, que a mí me parece curioso y enriquecedor, seguramente sea visto con malos ojos por el visitante ocasional. Sin embargo, en el día a día se vive así sin mayor problema.
Una de las experiencias más bonitas sobre el uso del lenguaje como medio de comunicación la tengo cada vez que mantengo conversaciones bilingües: gente que me habla en catalán, y yo respondo en castellano, y así continúa la conversación. Ambos nos entendemos, ambos usamos lenguajes distintos, pero sin conflictos, sin susceptibilidades, y sin problemas.
No existe mayor misterio.
Otro asunto muy distinto, y con el que mantengo una lucha interna es el comportamiento de las instituciones en este campo.
Entiendo y comparto y apoyo y acepto, que las instituciones de una comunidad bilingüe se exprese en ambos idiomas. Entiendo y comparto y apoyo y acepto (en esto es en lo que difiero con Pilar), que se gasten parte de los dineros de nuestros impuestos, en impresos en dos idiomas, en rotulaciones, en libros y profesores.
Sencillamente, porque, al igual que yo tengo el derecho de que (por ejemplo), la web del Ayuntamiento de Barcelona, esté escrita en castellano, comprendo perfectamente el derecho del catalanoparlante a encontrarla escrita en catalán. Esto me parece lógico, y creo que debe ser así. Esto incluye el controvertido conocimiento del catalán por parte de los funcionarios públicos.
Desde este punto de vista, simpatizo con la iniciativa del gobierno aragonés comentada en esta entrada.
Ahora bien, hay un punto de conflicto para mí que es la imposición de todo esto en el ámbito privado. En el ámbito empresarial, por ejemplo: no veo lógica la obligación a los comerciantes a mantener una doble rotulación (si es que quieres mantener rótulos en castellano, claro). No veo claras las campañas, financiadas con dinero público como la reciente de "encomana el catalá", en la que se recomienda el uso del catalán como conversation starter, especialmente ante inmigrantes.
No veo claras las políticas de "normalización lingüísticas", ni de conservacionismo del lenguaje. ¿Acaso hay algo más bonito que la inculturación y la evolución de los idiomas en plena convivencia? Esto choca frontalmente con lo que comentaba al principio sobre cómo se vive el idioma en la calle. En esta sociedad, a la catalana me refiero, se dan curiosos efectos bautizados como el catañol (traspaso de palabras catalanas al español.... ¿alguien sabe lo que es una rachola? ¿habéis metido alguna vez una llave en un paño?), o viceversa... palabras españolas se traspasan al catalán provocando situaciones incluso divertidas que se viven sin conflictos.
Sin embargo, existe una corriente (política) que aboga por el purismo y el conservacionismo puro y duro. Siguiendo esas políticas, creo que aún deberíamos usar el latín como idioma oficial para toda la península (y las islas), con sus correspondientes declinaciones; rosa, rosae... y toda la pesca.
Porque, y aquí viene la opinión exegética, los idiomas son cosas vivas. No pueden encorsetarse, no pueden mantenerse inmutables. Existe una evolución en cada idioma, unas leyes de economía del idioma, por la cual un lenguaje es más avanzado cuentos menos fonemas se usan para expresarse (en este sentido, los canarios y andaluces usamos un castellano más "avanzado" dado que somos capaces de reconocer, por ejemplo, plurales sin la pronunciación de las eses. Hace tiempo hice una prueba empírica sobre esto con una compañera en la que acertamos el número de distintas palabras en el 100% de ocasiones). A partir de aquí, encerrar, limitar, desviar la atención, y agarrarse a un idioma cambiante y vivo como señas de una identidad nacional (esto ya entra en otro debate), es absurdo.
Como decía al principio, comprendo que cada cual use el idioma que prefiera, siempre que la comunicación sea efectiva. No se me ocurriría hablar en griego antiguo con un sueco. Me encanta el hecho de poder mantener conversaciones bilingües. Pero no acepto la imposición de esto en el ámbito privado ni el conservacionismo de algo que por naturaleza es mutable y evolutivo.
Y creo que aquí lo dejo, porque este comentario ya va demasiado largo.
Saludos.
Madre mía del amor hermoso!!!! Por San Dustán y por todos los santos rojos que existan!!!!!, Pero esto qué es lo qué es????? Me tenéis frita, mareada, extenuada y alucinada también. Voy a sintetizar ¿vale? ¡¡¡¡La cuestión es comunicarse coño, aunque sea con mímica!!!!!
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