Hace unos días asistí a la proyección del documental de Iñaki Arteta “El infierno vasco”. Docenas de vascos que han tenido que abandonar su tierra por la presión nacionalista relatan su peripecia. El espectador llega a dos conclusiones: a) la falta de libertad y de normalidad democrática en el País Vasco supone quizá la mayor vergüenza nacional; b) en torno a 200.000 vascos han emigrado a otros lugares de España. La consecuencia para ellos es que viven más tranquilos, pero que añoran el paisaje en el que crecieron. La consecuencia para el País Vasco es que hay 200.000 personas que hubieran debido votar allí, pero que no pueden hacerlo.
Me pregunté ¿qué pasaría si esos 200.000 vascos hubieran podido votar en estas elecciones?
Así que he repartido esos 200.000 emigrados sumándolos proporcionalmente a la población de las tres provincias. Como ninguno de ellos iba a votar a partidos nacionalistas, he distribuido su voto en un 45% para el PSOE, otro 45% para el PP, y un 10% para UPyD. Por supuesto, la distribución podría ser diferente, pero no mucho. Después, aplicando la ley D’Hont, han quedado unos resultados apreciablemente distintos de los reales.
Pero por primera vaz, en estas elecciones no ha podido concurrir ningún partido de la órbita de Batasuna. Algunos de sus votantes habrán optado por el PNV u otro partido nacionalista, pero la mayoría han depositado un voto nulo. Así que he hecho un segundo cálculo, que nos da el resultado que se habría obtenido si no hubieran tenido que exiliarse 200.000 personas, y si Batasuna hubiera podido presentarse.
Estos son los escaños que habría obtenido cada partido, según el caso:
Escaños reales Con los exiliados Con exiliados y Batasuna
PNV 30 - 26 - 23
PSOE 25 - 27 - 26
PP 13 - 16 - 15
ARALAR 4 - 4 - 4
UPyD 1 - 1 - 1
EBB 1 - 1 - 1
EA 1 - 0 - 0
BATASUNA 0 - 0 - 5
Los resultados reales han sido de 39 diputados constitucionalistas y 36 nacionalistas.
Si hubieran podido votar los exiliados el resultado habría sido de 45 constitucionalistas y 30 nacionalistas. Una contundente mayoría no nacionalista.
Y con la participación de Batasuna habría seguido habiendo mayoría constitucionalista por 42 contra 33. Incluso con ellos, la mayoría constitucionalista habría sido amplia.
Dos fenómenos atípicos, como el exilio forzado de muchos ciudadanos, y la exclusión de una determinada ideología de la concurrencia electoral han dado lugar a un mapa electoral adulterado.
¿Podrán volver algún día los exiliados a su tierra? ¿Alguna vez podrán presentarse a las elecciones todas las opciones políticas?
"El espectador llega a dos conclusiones"
ResponderEliminarYo creo que el espectador, puede llegar incluso a tres conclusiones:
a) idem
b) idem
c) me niego a ver, o tratar de entender, todo lo que tengo más allá de mis narices.
Penosa la situación
Incluso...
ResponderEliminard) Prefiero mirar para otro lado, mientras no me afecte directamente a mí.