Algunos me dicen a veces que escribo mucho sobre el gobierno y muy poco sobre la oposición. Es cierto. Siempre me interesa mucho más lo que hacen o dejan de hacer los gobiernos, por la sencilla razón que sus decisiones tienen una repercusión inmediata sobre mí y sobre mi gente. Por emplear una metáfora simple: la oposición ladra pero no muerde, mientras que los gobiernos nos pegan unos bocados de aupa.
Sin embargo, el principal partido de la oposición merece también un comentario. Su actual presidente me parece un tipo honrado y cabal, poco amigo de los líos, y bastante veraz para lo que se lleva entre los polìticos. Pero también me parece que no da la talla para llevar el timón de un partido que aspira a gobernar. Ya el haber sido designado por Aznar le confirió una dudosa legitimidad. Después del último Congreso, y sobre todo tras los resultados de las elecciones vascas, gallegas y europeas, los aullidos de sus adversarios dentro del PP bajaron considerablemente de tono. Pero no han enmudecido.
Gallardón espera prudentemente su momento, Aguirre hace valer su fuerza en Madrid, Rato mira los toros desde la barrera, y el propio Aznar no le hace ascos a los cantos de sirena de muchos militantes. A mí me parecen buitres, que vuelan en círculos esperando el momento apropiado para lanzarse a devorar la carroña del líder.
Y es que el bueno de Mariano Rajoy no parece a la altura. Es inconcebible que las encuestas sólo le den una ventaja de tres o cuatro puntos sobre este PSOE. Si a todo lo que puede aspirar Rajoy –cuando el gobierno se tambalea sin rumbo definido, y cuando el país bordea peligrosamente el abismo de la ruina- es a obtener tres puntos de ventaja ¿qué ocurrirá en 2012, cuando probablemente empecemos a vislumbrar una lenta mejoría de la crisis económica?
Valencia huele a podrido y Madrid parece el callejón trasero de una discoteca, sin que Rajoy parezca capaz de poner orden en semejante lío. ¿No serán capaces en el PP de sustituir a Rajoy por un presidente capacitado? ¿O tendrán que hacer como hizo el PSOE en 2000, cuando al ser imposible nombrar a un secretario general con peso específico, terminaron eligiendo a alguien de poca talla, y tan desconocido e inexperto que ninguno de los barones tenía nada en su contra?
¿Quién será el mediocre desconocido del PP?
¿Tenemos los políticos que nos merecemos?
De acuerdo, Rajoy no da la talla. Es lento como el caballo del malo tomando decisiones, eso si las toma... Ni es capaz de hacer una critica constructiva...ni de aportar soluciones, ni de imponer su autoridad cuando la situacion lo requiere. Da la impresion de tener demasiadas deudas...
ResponderEliminarEl mediocre...del PP? Pues como todos son mediocres y estan como buitres...cualquiera pudiera ser.
Y tambien estoy de acuerdo que como da la impresion de que los partidos tuvieran clientela fija, y que los ciudadanos la mayor parte pasan de politica, como si la cosa no fuera con ellos...pues asi nos va.
Entre mucha gente se detecta una actitud de resignada impotencia. Como si no hubiera nada que pudiera hacerse para cambiar este circo.
ResponderEliminarMás o menos, vienen a pensar: "Total... todos me van a fastidiar. Así que mejor que me fastidie Fulano, que es de izquierdas (o de derechas) como yo".
Realmente triste.
"Pues como todos son mediocres...".
ResponderEliminarEn eso no puedo estar de acuerdo. En el PP y en el PSOE milita gente muy bien preparada, con mucho sentido común, y muy capacitados.
Otra cuestión es que no estén actualmente en la sorrespondientes cúpulas.
Estamos de acuerdo. Seguro que hay mas de uno que vale la pena, no me gusta meter a todos en el mismo saco. Me referia a los que conocemos como "posibles" por estar ya dentro de la cupula. Incluso entre esos los hay mas mediocres unos que otros.
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