............

............

miércoles, 11 de diciembre de 2013

El buscapegas

En el edificio donde vivo hay un vecino, jubilado él, que pasa el día merodeando por escaleras, sótanos y rellanos. No es el presidente de la comunidad, pero vigila constantemente que todo marche debidamente. Cambia bombillas fundidas, detecta una filtración, encuentra unas llaves perdidas, y recoge unos papeles tirados en el suelo. Le llamamos cariñosamente el “Salvatodo”.

Hay otro vecino que es la antítesis del anterior. Jamás ha cambiado una bombilla ni recogido un papel, pero es un tipo muy responsable y no se pierde ninguna reunión de la comunidad. Yo creo que espera cada año la convocatoria, que estudia el orden del día, y que prepara meticulosamente su intervención ante el resto de propietarios.

Su aportación a la asamblea es fundamental. Gracias a él nos enteramos de todo lo que no se ha hecho bien, nos cuenta cómo habría que haberlo hecho, y nos ilustra sobre lo que habría que hacer, y de cuándo y cómo hacerlo. Pide que le enseñen todas las facturas, pregunta por cada detalle, y se escandaliza porque no se le consultó cuando hubo que llamar a los bomberos para sacar a una vecina atrapada en su balcón. Le llamamos el “buscapegas”, aunque el Salvatodo suele referirse a él como “el tocawebs”.

En cualquier grupo hay siempre un “buscapegas”. En una empresa, en una ONG, en un viaje organizado, en el cine o en el restaurante. Son tipos peculiares, muy pagados de sí mismos, a menudo algo visionarios, que tienen en su cabeza la organización “perfecta” de cualquier actividad humana. Es una lástima que no sean capaces de trasladar a sus manos lo que tienen en la cabeza, y no puedan hacer por sí mismos ni una pequeña parte de lo que dicen que tendrían que hacer los demás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes usar este ventanuco para escribir tu comentario