Se ha celebrado el I Congreso de UPyD –esas siglas raras, que muchos no identifican hasta que oyen que es “el partido de Rosa Díez”. Han aprobado los estatutos y la línea política general del partido, y se ha elegido el nuevo Comité de Dirección, formado en el que vuelve a destacar la figura de Rosa Díez.
UPyD es una interesante experiencia, ya que es la primera vez –desde el 77- que aparece un nuevo partido, y no sólo resiste los dos primeros años, sino que su trayectoria es constantemente creciente. No es fácil hacerse un hueco en un espectro partidista oligopólico, en el que una docena de partidos tienen bien amarrada la tarta electoral a base de prebendas, subvenciones o amenazas.
La línea central del discurso de UPyD se mueve en torno a la imperiosa necesidad de una regeneración democrática en España. Regeneración de los partidos, regeneración del sistema en sí, y regeneración de los propios ciudadanos para que den de una vez el paso desde un sistema dictatorial hacia uno realmente democrático, y no de democracia tutelada por los partidos como ocurre actualmente.
No sé cómo evolucionará UPyD. Pero un partido que es capaz de oponerse a los privilegios fiscales del País Vasco y Navarra –por ejemplo- y que además tiene el valor de defenderlo tanto en Cáceres como en San Sebstián, supone una variante insólita entre la marea de discursos endebles y adaptativos de los partidos tradicionales.
No solo se han aprobado los estatutos y la línea política general del partido sino que además se ha aprobado el informe de Gestión del anterior Consejo de Dirección. En defensa de este informe tomaron la palabra Rosa Díez y Juan Luis Fabo que desmontaron una por una las acusaciones de falta de democracia interna y control financiero. Confiemos que tras este no tan breve reajuste interno, UPyD pueda enfocar de nuevo el esfuerzo hacia sus primigenios objetivos.
ResponderEliminar"[...]es la primera vez –desde el 77- que aparece un nuevo partido, y no sólo resiste los dos primeros años, sino que su trayectoria es constantemente creciente. "
ResponderEliminarBuena señal, por cierto, ¿que es de "Ciudadanos" o "Ciutadans" o lo que sea? Aparecieron en la misma época ¿no?
Parece que Ciutadans no ha podido superar con éxito el sarampión que amenaza a toda formación política, una vez que deja de gatear y comienza a andar sobre sus pies: los enfrentamientos internos y el personalismo.
ResponderEliminarEn UPyD también apareció ese sarampión (no se libra ningún partido). Afortunadamente, parece que se ha superado. A mí me gustaría que esa meta de la regeneración democrática -pero de verdad, no sólo de palabra- fuera para todos lo suficientemente importante como para imponerse sobre las ambiciones personales, por otra parte legítimas.
"espectro partidista oligopólico"
ResponderEliminarJoer, por qué sentiré yo esta fascinación hacia las palabras? ;)
Tines razón, Sara. Lo de espectro partidista oligopólico suena terrible.
ResponderEliminarPodemos cambiarlo por "ramillete de chiringuitos políticos".