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martes, 23 de junio de 2009

Fin de curso

Termina el curso escolar. Millones de niños y adolescentes se quedarán en casa, para gozo de sus padres, descanso de sus abuelos, y dolor de sus profesores.
Los resultados en la prueba de selectividad han mejorado, pero según el coordinador de área de la Universidad de Zaragoza se debe a que los centros han seleccionado mejor y sólo han aprobado bachillerato el 60% de los presentados. Es decir: que el 40% no lo ha conseguido.
Y no será porque los padres no hacen todo lo que pueden. El otro día, en la radio, un padre explicaba indignado que había tenido que poner una denuncia en la Consejería de Educación porque su hijo había tenido muy malas notas en cinco asinaturas, y al ir al instituto a ver qué pasaba “el tutor tuvo el atrevimiento de decirme que mi hijo rozaba a veces la insolencia”. El buen hombre añadió lleno de justificado furor: “¡Por Dios! ¡Cómo se puede decir eso de una criatura!”. Por si fuera poco, añadió: “Estas cosas hay que denunciarlas, porque es muy fácil para cuatro o cinco profesores ponerse de acuerdo para suspender todos a un alumno” (¡?)
En otro centro un padre ha presentado otra denuncia porque su hija no ha superado segundo de bachillerato por la nimiedad de que en una asignatura sólo ha conseguido 1,5 puntos de calificación. ¡Será posible! ¡suspender a su hija con 1,5!
El mundo es muy injusto. Los pobres alumnos todo el curso estudiando sin pausa. Sin apenas ver la tele, ni conectarse a internet, ni hablar por el móvil. Y luego llegan unos impresentables que no saben sus obligaciones y los suspenden por puro placer, antes de irse a descanasar tres meses de vacaciones.

3 comentarios:

  1. El otro día leí un artículo de Fermín Bocos que pegué en el blog, en el que comentaba que actualmente a los maestros se les puede considerar héroes, ya que algunos niños actúan con aires de manada, y hablaba de ellos como asnada con la que no hay forma de tener autoridad porque no vienen educados de casa, que es dónde deberían darles algunas pautas de conducta, porque ellos ( los maestros) están para enseñar. Te recomiendo que si puedes lo leas, porque además de parecerme interesante el artículo, también me parecen muy acertadas la respuestas.

    Hoy he estado con unas amigas con hijos de 17- 18 años, y me comentaban algo alarmadas que últimamente está de moda cuando terminan el curso, ir de vacaciones con los amigos unos días a Salou ( anda que…) . Me comentaba una de ellas que a pesar de que siempre anda falta de tiempo, llevó al niño con el coche para que no cargara con las maletas hasta la estación ( angelito mío, para eso debe ser muy joven, para irse con los amiguetes, no) , y que a esa hora salían con el mismo destino tres autobuses más. Ese día y a esa hora, así que imagino que aquello estará ahora a tope.

    Tengo muy buena opinión de la persona que me lo estaba contando, como madre, como amiga y como persona, porque no es ninguna descerebrada, y supongo que si actúa de esa forma es por no querer que su hijo sea distinto, que no deje hacer lo que los demás hacen. El otro día también hablé por teléfono con un amigo que me contó lo mismo, que le tocaba hacer de porteador porque el chico se iba a Salou. No sé si no estaremos perdiendo el norte, porque una cosa es demasido duro con ellos o muy tajante, otra premiar de alguna forma el esfuerzo, pero sin olvidar que la obligación que tienen ellos es la de esforzarse, lo mismo que la de sus padres, mientras son menores es procurarles vivienda, educación y alimentos, y otra cosa es dejar que hagan lo que quieran.

    Si ellos han claudicado y consienten, que son sensatos y como he dicho, tengo muy buena opinión porque les veo muy preocupados por lo que hacen sus hijos, por sus estudios, por las compañías que tienen, y por su futuro, que no será de los adolescentes que tienen padres que no se toman muy en serio la responsabilidad de ser padres. Supongo que es fácil hablar cuando no se tienen hijos , y no tanto cuando estás metido de lleno en el tema, lo que conozco lo sé de oidas y observando, y no me gusta mucho, pero sinceramente, no sé lo que haría yo, ni que camino tomaría.

    No sé si es que hay una tendencia generalizada a ofrecer cosas materiales ( con la mejor de las intenciones), y nos hemos olvidado que hay otras cosas que también son importantes, como educar en ciertos valores como el respeto, y enseñarles que esto no son los mundos de yupi, y que no siempre se puede conseguir todo lo que se desea, porque viendo el comportamiento de algunas pandillas que suben al bus ( como ya comenté en un post anterior que creo hablaba de estos temas), yo también los calificaría de asnada. No sé cual es la solución, o si que la sé, pero no tengo ni idea quien será el primero en ponerle el cascabel al gato, si es que alguien lo hace.

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  2. ¡ Ah ! quería aclarar que lo de lo alarmadas que están, es porque saben que el viajecito de placer no es precisamente para relajarse en la playa, y tomar el sol. Me comentaban que apenas la pisan, que pasan todo el día dormidos y luego toda la noche de marcha y bebiendo, que hacen sus averiguaciones e interrogatorios con sutileza al más inocentón de la pandilla, y que saben que no hay ningún tipo de control en los apartamentos ni con las comidas, ni el horario, ni se responsabiliza ninguno con la limpieza del sitio donde pasan estos días, y que practicamente las únicas noticias de ellos que tienen los familiares, es para pedir dinero.

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  3. Sí. Ya leí el artículo que pusiste.
    Hay unanimidad casi absoluta entre psicólogos, profesores, pedagogos, etc. en que el núcleo de la socialización se debe producir en las familias. Y en que los profesores NO pueden sustituir a las familias en ello.
    Pero, los progres en el poder actualmente, parecen incapaces de verlo.
    O será como dijo ayer Zapatero, refiriéndose a las recomendaciones del gobernador del Banco de España: "Una cosa es opinar como experto, y otra gobernar un país".

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