Con demasiada frecuencia, aparecen en los medios noticias sobre actos vandálicos en nuestras ciudades. Vehículos incendiados, ruedas pinchadas, lunas y espejos rotos, contenedores quemados, papeleras y marquesinas destrozadas, estatuas decapitadas, o monumentos cubiertos de pintura.
El vandalismo se diferencia de la violencia en general, en que no persigue un fin determinado con sus actos. No es como romper un escaparate para llevarse lo que contiene, o como apalear a una persona para quitarle la cartera. El fin es hacer daño. No importa a quién, y no hacen falta justificaciones.
¿Por qué aumentan los actos vandálicos en las sociedades opulentas?
Enseguida surge la respuesta manida: es un problema de educación. Probablemente, pero tiene que ser algo más que eso, porque los protagonistas de actos vandálicos han recibido en sus colegios la misma educación que la inmensa mayoría de jóvenes que no los cometen.
¿Por qué unos pocos –aunque cada vez más- disfrutan haciendo daño? ¿le echamos la culpa, como siempre, a la sociedad? ¿serán sus familias las que han fallado? ¿son esos chicos unas pobres víctimas que se dejan llevar por otros? ¿se trata de una enfermedad? ¿es un efecto secundario del exceso de libertad? ¿quizá será que la maldad existe?
Siempre estamos intentando sentirnos bien, y hay muchas formas de conseguirlo, hay sensaciones de bienestar casi instantáneas y otras que llevan un tiempo o un esfuerzo mayor conseguir pero que luego suelen durar más. Es parecido al aporte de energía de los hidratos de carbono y de las grasas.
ResponderEliminarCómo casi todo en nuestra vida está encaminado a hacernos sentir bien (o mejor), de alguna manera comportarse así les hará sentir bien. Lo que pasa es que no siempre podemos ir haciendo todo lo que nos hace sentir bien porque hay unas normas y unas leyes que respetar. Para algunos, el hecho de no respetar las normas es suficiente para contrarrestar el sentimiento de bienestar, para otros no. Dentro del grupo de los que no les supone demasiado problema moral el no respetar las normas hay algunos que tienen miedo del posible castigo (legal o social) y por eso prefieren no hacer eso que les haría sentir bien pero está mal, sin embargo, hay otros a los que ese riesgo les compensa y por eso siguen adelante con su búsqueda de la felicidad.
Para solucionar esos actos vandálicos veo tres opciones:
1) Conseguir de alguna manera que romper retrovisores no aporte placer a nadie.
2) Si no se puede evitar que a algunos les aporte placer, conseguir que recapacitasen y, aunque les aporte placer, aguantarse y respetar a los demás, y buscar otras fuentes de bienestar.
3) Si no podemos evitar que les guste, no podemos hacer que valoren más el respeto que la adrenalina, tendríamos que conseguir que cuando valoren si merece la pena el riesgo de ser castigados por el bienestar recibido siempre les diese que no merece la pena.
Las dos primeras parece que se pueden conseguir mediante la educación. La tercera simplemente sería evitar que tengan esa sensación de que se puede hacer lo que uno quiera porque casi nunca pasa nada, pillarles más y cuando se les pilla, que se arrepientan.
No veo justificación moral, para este tipo de actos, preocupante en nuestros días y no solo realizado por jovenes...
ResponderEliminarEn este caso me pregunto que si por tener un bajo nivel de formación, por trabajar en el campo o porque todo el mundo no estudia, eso ya justifica que seas un delincuente... pienso en algun joven, que apenas aprende a leer y a escribir y son personas nobles que cuidan un rebaño o plantan papas... No, en la educación no veo la solución... Cuando un equipo de fútbol gana o pierde y lo celebran rompiendo todo lo que encuentran a su paso... cuando no se acepta el resultado de unas elecciones ... cuando para pedir que tu empresa no cierre ..aunque tengan un fin... protestar... tampoco creo que se tenga que justificar.....vemos tambien estos actos de vandalismo, en hacen menores de 14 años, mayores de 18 y tambien gente con mucha mas edad.... Aquí se ha puesto de moda quemar todos los contenedores para recogida de basura, papeleras..etc.. y cada fin de semana se nota aun mucho mas... ello implica un gasto enorme para los ayuntamientos...para toda la sociedad que es al final, quien paga... tardan mas en reponerlos que ellos en volverlos a quemar.... en muchos casos son personas que van a botellones y borrachos siguen la juerga rompiendo y quemando... otros salen a altas horas de las discotecas ya con unos añitos mas...y también parecen disfrutar quemando coches y ajustando cuentas ... los que venden drogas....por cuestión de "territorio" también amenazan y crean miedo por espacios de "poder", y si van a la cárcel, salen en tres días y son aun mas violentos y "respetados"... el miedo funciona... mira para otro lado y no digas nada, que mañana puedes tener el coche quemado o desaparecido... con esos mismos actos ... en fin ...muy preocupante... Mas vigilancia... quizás mas cámaras en puntos conflictivos... y si cada acción merece una reacción... una condena total y absoluta a este tipo de actos, con campañas publicitarias ... los menores de 14 a centros cerrados , los mayores de 18 a la cárcel .... y mano dura contra esta lacra social, que no creo que tenga ninguna justificación ... son unos delincuentes peligrosos y punto...No son enfermos....y si ..la maldad existe!! y no siempre podemos echar la culpa a la sociedad, ni justificar diciendo que es por culpa, de la familia... de la pobreza... hay muchos pobres ...incultos... que no malas personas. Tessa.
Interesate tu punto de vista, Tetrabrick.
ResponderEliminarSegún eso... se podría resumir todo en una ecuación:
Personalidad - educación + impunidad = Vandlismo.
Determinada personalidad que encuentran placer en infringir las normas, que no es corregida mediante la educación, y si además percibe un alto nivel de impunidad... daría lugar a mayores tasas de vandalismo.
Tessa, con educación no me refería a educación superior ni estudios, me refería a a educación en casa principalmente, sobre todo una educación de valores. Ahí la asignatura de "Educación para la ciudadanía" también podría aportar algo.
ResponderEliminarBotijo, si, yo lo veo así. Cómo casi siempre, no creo que haya una fórmula mágica ajena a la persona que cree vándalos, será cómo el cáncer, hay grupos con predisposición y luego factores de riesgo, pero si dentro de cada uno no hay algo que nos haga receptivos al vandalismo no creo que lo podamos crear simplemente con impunidad y alcohol (por ejemplo).
ResponderEliminarYo comparto lo que expone Tetrabrik. Yo añadiria a esa impunidad, tambien la tolerancia, que casi llega a ser justificacion en algunos casos. "Pobres es que la sociedad no ha sabido integrarlos" "Es su manera de reaccionar ante tanta globalizacion, tanta injusticia" "Es que estos chicos no tuvieron una infancia...ni unos padres disponibles, se criaron solos" Poco menos que la culpa se puede diluir...los vandalos no son ellos, o por lo menos la responsabilidad no se les atribuye en la totalidad.
ResponderEliminarHay algo, que a mis hijos les llamaba mucho la atencion cuando eran pequeños, como podia ser que algunos chicos rompieran bancos, papeleras...si en definitiva en su casa no romperian la suya y esas de alguna manera tambien eran suyas. Eran las de SU escuela, SU pueblo...
Creo que falta cociencia de SER, DE PERTENECER, Y DE QUE TE PERTENECE. La sociedad eres tu. Los bancos son tuyos, falta de implicacion, falta de formar parte.
Estoy de acuerdo en la fórmula que habeis planteado: Personalidad - educación + impunidad = Vandlismo
ResponderEliminarEntendiendo la educación, tal como lo ha explicado Tetra, el enseñar unos valores.
Si crees que todo vale porque te crees el más chulo del barrio,o del instituto, o de tu casa, no hay castigo, ni te han enseñado a respetar, menuda mezcla explosiva.
Luego está la pasividad de algunas personas ( entono el mea culpa porque yo tampoco me encuentro con ganas de guerra siempre). Veo pandillas de chicos que suben al bus, gritando como locos y empujando al personal, que son dignos de lástima, porque con esa actitud no sé como les irá en la vida, ni´sé si eso irá a más, o se les pasará en cuanto cumplan unos años. El otro día un abuelo les llamó la atención, y encima se le burlaron. También los he visto amenazar cuando ocurre algo así. La última vez que mandé bajar los pies del asiento que tenía frente a ella a una chica, me lanzó una mirada que casi me fulmina, además de no hacerme ni caso, claro.
También estoy de acuerdo en que falta concienciarse de que cuando se queman papeleras, o autobuses, son tuyas, y de una forma u otra se van a pagar con el dinero de todos.
Boti también apuntaba algo respecto a dejarse llevar por otros. Yo creo que muchas personas no serían capaces de hacer algo así individualmente, y sin embargo en grupo, se crecen.
Tienes razón Pilar, yo siempre he idolatrado a los Suizos por detalles de ese tipo (supongo que no será sólo en Suiza, y que tampoco será todo tan idílico), pero es verdad que aquí no nos entra en la cabeza que las cosas no salen de debajo de las piedras, sólo se mira cómo sacar el máximo partido de algo común para estar por encima de la media en cuanto a beneficio. Es parecido a cuando en una cena se decide pagar a escote y suele haber uno que se pide un postrecito y un café cuándo los demás sólo han comido de los platos del medio (esto es a mi escala de estudiante, supongo que para vosotros el postre y el café es normal así que pongamos un copazo por ejemplo).
ResponderEliminarMe encantaría vivir en un sitio dónde por referéndum se decidiese no reducir la jornada laboral de 40 a 35 horas semanales, dice tanto de lo claras que se tienen algunas cosas... Seguramente en un sitio así, la gente sería consciente de que cada vez que se queman contenedores se tienen que volver a comprar y que ese dinero no lo fabrica Zapatero.
Y también cierto lo que dice Arama, es muy curioso cómo el comportamiento cambia según se esté solo o acompañado.
Ya Tetra, yo me preguntaba cosas... ok... con educación en valores en el cole y en casa no hay vandalismo??Tessa.
ResponderEliminarNo, no he dicho eso, sólo que al hablar de educación no me refería a tener estudios.
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