En la reciente historia de España el 1 de abril es recordado principalmente como la fecha en la que, en 1939, terminó la guerra civil. Una fecha ambivalente, ya que supuso el final del enfrentamiento armado entre vecinos y hermanos, pero también el comienzo de una larga dictadura, en la que la libertad quedó enterrada y casi olvidada.
Puede que a partir de ahora exista otro 1 de abril digno de recordar: el de 2009. Y por razones contrarias. Me refiero al pacto entre el PSE y el PP para que el primero pueda formar un gobierno estable en el País Vasco. Un acuerdo en el que se dibujan algunas líneas maestras, tendentes a propiciar la convivencia entre todos los vascos y la supresión de las etiquetas de “vascos buenos” y “vascos malos”.
Puede significar también el final de una absurda guerra a muerte –muerte política, se entiende- entre el PSOE y el PP. Y sobre todo: puede significar que por primera vez en 70 años la libertad –primero aplastada por Franco, y después por ETA y el nacionalismo- vuelva a aparecer en el País Vasco.
Va a ser difícil. Pero al menos se abre una ventana al optimismo real, el bueno. Ojalá sea también un paso para hacer desaparecer al optimismo antropológico, el insensato.
Efectivamente va a ser dificil. Pero es la primera vez que un Gobierno no Nacionalista es posible.Asi que se abre una puerta al cambio, y a la esperanza de un gobierno "PARA TODOS".
ResponderEliminarEsperemos que a los problemas logicos y de las dificultades que pongan los Nacionalistas, y los "energumenos" no se añadan, los de querer ponerse la medalla de "gracias a mi grupo" y sean capaces de pensar en el bien general.
Os veo optimistas. Me alegro.
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