Ministros al paro

Todos los análisis económicos sitúan las expectativas del desempleo para España entre un 17% y un 20%. Conviene recordar que la tasa de paro se refiere a las personas que, estando en edad de trabajar y queriendo hacerlo, no consiguen un empleo. No se trata, pues, de que el 20% de los habitantes están sin trabajo, sino el 20% de los que “deberían” trabajar.
El desempleo afecta a todos los sectores, aunque a unos más que otros: construcción, industria, servicios, etc. Los únicos que están a salvo de ese riesgo son los trabajadores de la función pública. Ellos quizá puedan llegar a ver sus salarios congelados, pero no parece previsible que lleguen a quedarse en paro.
Pero hay una casta que tampoco va a verse afectada por el desempleo: los cargos públicos. Pase lo que pase, va a seguir habiendo el mismo número de concejales, de alcaldes, de diputados regionales, de diputados en el Congreso, de Senadores, de directores generales, y de ministros.
¿No sería razonable que en tiempos de vacas flacas también tuviera que apretarse el cinturón el Consejo de Ministros? ¿Son imprescindibles todos los ministerios? Un ministerio no significa pagar el sueldo a un ministro. Supone, sobre todo, una tupida red de altos cargos, asesores, funcionarios, vehículos, edificios, gastos de viajes, publicaciones, publicidad, etc. Miles de millones de euros de gasto corriente en la gestión de cada ministerio –aparte de los gastos propios del objeto del mismo. Hay dieciséis ministerios (más una vicepresidencia primera).Si crees que no, puedes indicar en la encuesta de la derecha qué ministerios te parece que podrían suprimirse sin que se resintiera el funcionamiento del Estado.