Es un barco pequeño, de no más de 25 metros. Un velero de dos mástiles, cuyas velas izan y arrían los turistas. Desde el pequeño puente superior se contempla al grupo de viajeros, sentados sin orden alguno en los bancos de madera.
El barco sale del pequeño puerto de Los Gigantes, y enfila hacia el noroeste a su encuentro diario con los delfines. Por estribor se alzan los orgullosos acantilados de roca volcánica. En cubierta la tripulación sirve bebidas. Un cámara va saltando por cubierta filmando a los viajeros.
La tripulación disfruta con su trabajo y transmite desde el primer momento su alegría a los turistas. El mar está tranquilo, el sol de primera hora de la tarde caldea el ambiente. Los delfines esperan a sus amigos del Flipper Uno. El barco se detiene unos instantes para que puedan acercarse. Después arranca a toda máquina, y los animales siguen su estela saltando sobre el oleaje.
El barco fondea junto a una pequeña bahía, y los turistas se lanzan al agua. Me tomo una cerveza mientras disfruto del paisaje, del horizonte que se pierde en la bruma por el oeste, y de las cabriolas de las gaviotas entre las jarcias.
Continúa el periplo junto al barranco de Masca. Un tripulante da de beber en una bota un brebaje a base de licos de plátano y refresco. Sin soltar la bota se acerca a cada viajero, que abre la boca para recibir el regalo. Los guiris no saben tragar al mismo tiempo, y muy pronto el licor rebosa por la barbilla. El tripulante se acerca a nosotros, y comienza dando de beber a Tetrabrick, que aguanta inmutable todo lo que le echen. Después seguimos nosotros de igual manera. El hombre ríe: “con vosotros nos arruinamos”.
Tres horas de paseo marino. Tres horas intrascendentes para la humanidad. Tres horas esenciales para disfrutar la vida.
Si el barco merece un post, aquella paella merece una oda!
ResponderEliminarYa veo q os lo habéis pasao genial. Me alegro.
ResponderEliminarTres horas intrascendentes para la humanidad. Tres horas esenciales para disfrutar la vida.
ResponderEliminarQue razon llevas, son esos ratos, los que hay que valorar y disfrutar.
A ver esa oda a la paella...
Me alegro de ver que no solo has tomado un respiro, encima lo habeis disfrutado.
Efectos del licor de plátano.. supongo... .jaja los guiris no saben tragar, dice el Botijo y se queda tan ancho jajaja...
ResponderEliminarTetrabrick y Botijo... normal que sepan guardar "líquidos" jejeje
Me alegra que hayan disfrutado de esta linda tierra...hasta algo soñador encuentro al Botijo.... Un abrazo a los dos!!
Veo que ya estais de vuelta a este espacio, que es como una especie de hogar en pequeñito.
ResponderEliminarBienvenidos los dos recipientes, y un saludo también para el resto de visitantes