............

............

jueves, 30 de septiembre de 2010

La violencia por delante

Y pasó la huelga general, esa que Zapatero siempre había dicho que a él no se la iban a hacer. Se la han hecho.
Contemplando los periódicos, escuchando las emisoras, y las opiniones para todos los gustos de la gente, creo que el 29 de septiembre de 2010 la verdadera protagonista ha sido una señora muy indeseable: la violencia.
La violencia ha dominado la actualidad en Barcelona, donde grupos diversos de ocupas, antisistemas, y radicales de todo pelo han montado la de Dios es Cristo, ante la mirada casi complaciente de los mossos d’esquadra de Saura. Sí, Saura, el mismo que dijo hace unos años que el movimiento ocupa era una forma cultural diferente.
Y la violencia ha dominado las informaciones sobre la huelga, cuyos actores principales han sido los piquetes. Como de costumbre, han inutilizado cerraduras con silicona, han cortado carreteras, han impedido la salida de vehículos de cocheras, han impedido la entrada de trabajadores a fábricas, han insultado, han amenazado, han causado destrozos, y han herido a varios policías.
Se quejan los sindicatos de que la reforma laboral supone un paso atrás en los derechos de los trabajadores. Pero no quieren ver que su estilo fascistoide de imponer la huelga supone un gran paso atrás en los derechos y libertades democráticos.
Como de costumbre, volveremos a escuchar cifras dispares en cuanto al seguimiento. Los sindicatos dicen que ha sico un éxito, y la patronal que no tanto. Los periódicos califican la huelga desde “éxito moderado” hasta “fracaso absoluto”.
Pero da igual ¿qué importa cuántos trabajadores han dejado de trabajar? Eso sólo tendría sentido tenerlo en cuenta si los que no han trabajado lo hubieran hecho todos voluntariamente. Digan lo que digan, los sindicatos no miden el éxito de una huelga por el seguimiento de los trabajadores, sino por su capacidad de impedir que trabajen.
Zapatero no puede echar marcha atrás. La confianza en la solvencia de España vuelve a estar en entredicho, y una actitud dubitativa tendría graves consecuencias.
Todos salimos perdiendo con esta huelga. Los sindicatos quedan más desacreditados por los excesos de los piquetes, y por no haber reaccionado antes, impasibles ante el meteórico ascenso del desempleo. Zapatero porque está atrapado entre sus convicciones pueriles y la dura realidad de la economía mundial. España porque la imagen de conflictividad no es el mejor reclamo para los inversores. Sólo la violencia ha ganado.
¿Tiene futuro una nación en la que la violencia se impone a la razón?

2 comentarios:

  1. Leia muy calladica....porque si digo todo lo que pienso, no creo que lo entendierais.

    Sirve de algo una huelga, cuadno ya se sabe que el gobierno no puede rectificar? Cuando al final toma medidas que quizas insuficientes son por lo menos un principio de "solucion"?

    Para mi los sindicatos justifican sus subvenciones millonarias por eso han hecho la huelga.

    Y derecho a la huelga, como bien dices, lleva asociado el derecho a trabajar si uno quiere...y resulta que de ese derecho los piquetes se encargan que no se pueda ejercer...

    Se sale a la calle se rompen autobuses, se queman contenedores, se queman bibliotecas...esto lo pagamos entre todos...y espero que si eso es delito un dia normal, lo siga siendo un dia de huelga....y paguen los que lo han roto.

    Si mal estaba España antes de la huelga, el dia despues esta peor y mas pobre...

    El dilema de hacer o no hacer huelga...a mi no se me hubiera presentado.

    Porque quieren que haga huelga, que es lo que dicen que defiendo con la huelga? que posibilidades de conseguirlo tengo si la hago...y el dia despues que he ganado que he perdido...

    Pues esta claro, beneficio haciendola a los sindicatos...no consigo lo que quieren que reclame...y he perdido un dia de trabajo, un sueldo...un monton de cosas rotas...y España un poco mas pobre...

    La huelga no es nunca una solucion...porque no reclaman sus derechos trabajando EL DOBLE O GRATIS UN DIA?

    La huelga un derecho? pues no se yo....

    ResponderEliminar
  2. La huelga tiene una larga historia. En su momento fue la única manera que tenían los trabajadores de plantarle cara a los empresarios: "Tú no nos das lo que nos corresponde, pues nosotros no trabajamos. Y si no trabajamos tú no ganas nada".

    Se crearon "cajas de resistencia": dinero que aportaban los trabajadores para, en el momento de una huelga, poder seguir comiendo cada día, aunque no cobraran su salario.

    Las huelgas contribuyeron a que los salarios y las condiciones de trabajo mejoraran significativamente.

    Pero hoy todo es muy diferente. Las huelgas
    pocas veces son de los trabajadores de una empresa (o un sector) contra los correspondientes empresarios.
    Lo habitual es que sean un pulso entre un poder fáctico (los grandes sndicatos) contra un gobierno, utilizando como rehenes a los ciudadanos. Por eso proliferan las huelgas en los sectores denominados estratégicos (transporte, energía, sanidad, limpieza, etc.).

    El trabajador de una pequeña empresa está absolutamente desamparado. No le sirve de nada hacer huelga aisladamente. Nadie le haría caso. En cambio, si un sindicato organiza una huelga de transportes, los gobiernos se bajan los pantalones todo lo que haga falta con tal de restablecer la normalidad.

    ResponderEliminar

Puedes usar este ventanuco para escribir tu comentario