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miércoles, 29 de septiembre de 2010

Comandos ICA

Día de huelga general. Día de despropósitos. Día en que el estado de derecho se pone de rodillas.

Porque la huelga es un derecho y el trabajo también. Pero son los que más defienden el derecho al trabajo los que hoy se esfuerzan en impedir que se trabaje.
Porque la ley dice que la autoridad establecerá los servicios mínimos para lo que se considera servicios esenciales. Pero la autoridad renuncia a cumplir la ley y se pliega a “negociar” esos servicios mínimos con los que quieren que no haya servicios mínimos.
Porque en un estado de derecho el Estado tiene el monopolio del uso de la furza. Pero hoy el Estado renuncia a ese principio, y permite que unos particulares utilicen la fuerza para impedir que otros particulares puedan trabajar.
Porque todo el mundo da por bueno que existan unos “piquetes informativos” que tuvieron sentido en el siglo XIX, cuando la gente carecía de información sobre la huelga. Pero hoy todo el mundo sabe qué es una huelga, de qué va, y contra quién va.
Porque se sigue llamando “piquetes informativos” a lo que en realidad son Comandos ICA (Comandos Informativo-Coactivos-Agresivos).
Porque esos Comandos ICA se comportan como matones, como los mafiosos de los años 30 en EE.UU., como los fascistas de Mussolini, empleando la violencia para obligar a los demás a que hagan lo que ellos quieren.
Porque nunca ningún miembro de ningún piquete tiene que responder ante la justicia por los delitos que se comenten en un día de huelga general.
Porque todos permitimos que una inmensa minoría se adueñe de un país, de sus carreteras, de sus calles. Exactamente igual que los bárbaros de la kale borroka.
¿Cuándo seremos capaces de poner a los sindicatos en su sitio? ¿cuándo entenderemos que los sindicatos son importantes para la defensa de los derechos de los trabajadores, pero no pueden convertirse en los amos del país? ¿Cuándo aprenderemos que todos los derechos están limitados por otros derechos?

1 comentario:

  1. Muchas pregutnas.. Qué bien vendría un Juez valiente, sin pelos en la lengua, sin presiones externas, sin politicismos, sin afán de nada más que de justicia que se liase a imputar y condenar a todos los que en este tipo de días se piensan que pueden hacer lo que quieran (porque de momento siempre han podido).

    Una especie de juez Garzón pero con valores y que cumpliese algo de lo que he puesto arriba.

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