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martes, 8 de noviembre de 2011

Y ganaron los dos

Y ganaron los dos

Se ha producido “El Debate”. Hoy es el día de los análisis, de las encuestas para saber quién ha ganado. Otra muestra del despiste nacional: en lugar de centrarnos en el contenido de sus palabras, lo que cuenta es quién ha quedado mejor.

Una mentira más, otro espectáculo de prestidigitación. “El Debate” no ha sido un combate, sino una danza ritual, en la que los dos participantes han girado uno en torno al otro, exhibiendo sus plumajes de colorines. Una danza más o menos vistosa, destinada únicamente a un objetivo: ganar.

Hoy todo el mundo se entretiene hablando de ellos dos. Rajoy y Rubalcaba, Rubalcaba y Rajoy. En el imaginario mediático y social sólo queda eso: dos opciones, las dos caras de la misma moneda. Todos los demás candidatos han desaparecido. Ni Cayo Lara, ni Rosa Díez. Sólo Rubalcaba y Rajoy, Rajoy y Rubalcaba.

Han ganado los dos. “El Debate” ha sido un despliegue mediático destinado a eclipsar a los demás. Sólo los ciudadanos más responsables podrán recordar hoy que existen otras opciones electorales más fiables que las que representan estos dos antiguos políticos. No se trataba de confrontar nada. Se trataba de darle un impulso decisivo al bipartidismo.

4 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo.
    Aunque, por desgracia, los dos grandes partidos son los que parten el bacalao.
    Saludos.

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  2. Tienes razón, Josito. Entre los dos parten el bacalao y se lo reparten.
    Pero eso no es una maldición bíblica. Lo hacen porque, uno a uno, millones de votantes, que decimos que no nos gustan, al final volvemos a votarles.

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  3. Que más da votar a uno u otro.
    Salga quien salga solo cumplirá órdenes de nuestros amos
    España está intervenida
    Solo somos ovejas hacia el matadero

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  4. Es una forma de verlo, Anónimo. Y yo la respeto.
    Pero no la comparto. Y la Historia está llena de ejemplos que desmienten tu visión fatalista.
    Millones de judíos fueron al matadero, como ovejas, bajo el nazismo, porque creían que no podían hacer nada.
    Pocos años más tarde, otros judíos, en Israel, creyeron que no eran ovejas, y resistieron como leones los ataques de los que quisieron echarlos al mar.
    Sólo se es una oveja camino del matadero cuando uno está convencido de que lo es.
    Si las ovejas estuvieran convencidas de que son libres de decidir... actuarían como libres, decidirían... y caminarían hacia donde quisieran ellas.

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