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martes, 28 de febrero de 2012

El Estado de Aullidos

En el Coliseo de la antigua Roma, el pueblo participaba en las grandes decisiones del imperio. Tras los combates de gladiadores, expresaban ruidosamente su estado de ánimo, y pedía al emperador que diera muerte a unos o que salvara la vida a otros.

En la España del siglo XXI, una parte del pueblo recupera aquella costumbre. En pocos días hemos visto ese método de participación a la entrada de dos juzgados. A la entrada de Baltasar Garzón en el Tribunal Supremo el pueblo rugía “¡César, sálvalo!”. A la entrada de Iñaki Urdangarín a los Juzgados de Palma de Mallorca el pueblo aullaba: “¡César, mátalo!”.

Dos mil años para transitar desde un imperio teocrático hasta un Estado de Derecho. Diez años para pasar de un Estado de Derecho a un Estado de Aullidos. A medida que pierden crédito las instituciones democráticas –desde las Cortes hasta los tribunales, pasando por las CC.AA., los sindicatos y los partidos políticos-. el pueblo va recuperando la confianza en el aullido, cómo método de participación.

No importa que haya elegido democráticamente un nuevo gobierno hace sólo tres meses: es el momento de salir a la calle para aullar contra las decisiones de ese gobierno. No importa que el poder judicial sea independiente –o casi-, y que los jueces ejerzan su función ateniéndose a las leyes y a su recto criterio: hay que aullar a la puerta de los juzgados para señalar a los magistrados el camino.

Durante la transición los políticos le dijeron al pueblo que la democracia era el elixir milagroso que garantizaba la justicia, el bienestar, la prosperidad y la felicidad. Pero durante los últimos treinta y cinco años nadie se ha molestado en explicar al pueblo en qué consiste realmente la democracia. Ahora, en unos momentos en que parece que todo se derrumba bajo nuestros pies, no puede extrañarnos que tantos ciudadanos confíen más en la fuerza de un aullido que en la de una papeleta de voto.

7 comentarios:

  1. Yo creo que sería incapaz de acudir a la puerta de un juzgado a gritar por muy mal que me pareciera el imputado, el condenado, el absuelto, las corbatas que se pone el juez, o una sentencia que dicta, peeeroooo ¿ no crees que también es un poco triste que la gente no pueda, si quiere, ejercer el derecho al pataleo? Es poco, vale, quizá no sirve de nada, estamos de acuerdo, pero quizá es que al partido al que han votado, no les está ofreciendo lo que prometían, o les ha defraudado, y les parece mucho tiempo, esperar otros cuatro años para hacerselo saber. La gente que sólo aulla, no me gusta, pero los calladitos, siempre calladitos, los que siempre, siempre son políticamente correctos, tampoco. Suelen tener estos últimos, mucho peligro ;)

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  2. A mí tampoco me entusiasman los que nunca se mojan, los que pasan de todo, o los que se arriman siempre al sol que más calienta.

    Y entiendo lo que dices del "derecho al pataleo". Pero... puesto que estamos en un sistema democrático ¿no sería preferible que ejercieran con más responsabilidad el derecho al voto?

    El derecho al pataleo también lo teníamos en tiempossde Franco. Para este viaje... no hacían falta tantas alforjas.

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  3. Claro que estamos en un sistema democratico, y claro que lo logico es que las cosas se cambien en las urnas. Perooo, cuando tu vas con buena voluntad a las urnas, votas responsablemente de acuerdo con un programa, y resulta que una vez elegidos, hacen lo contrario de lo que prometieron...pues es logico que la gente use el derecho al aullido, al pataleo...y mas cuando no ven otra salida.

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  4. Lo curioso es que en algunas ocasiones los que vociferan a las puertas de un juzgado : asesiiino, a se sii noo!!! dan la sensación que están vitoreando más que condenando. Tal vez porque sean los mismos que hacen ambas cosas según los días. Ese es el sentido de su democracia. Un día qeman fallas, otro hogueras de San Juan y otro sedes de partidos enemigos. Lo dicho, su concepto de democracia. Antinoo(Anónimo pero poco)

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  5. Vale. Ya sabemos q lo de ir a protestar una decisión judicial es poco democrático, chabacano y bastante poco fino. Pero da igual, les importa bastante poco a los señores q mandan. Yo me acuerdo de las hordas de gente q, en su día, clamaban por no participar en una guerra q se hacía por petróleo. El gobierno, ni caso, como siempre. Su sordera costó el mayor atentado de este país y la subida al poder de los otros incompetentes. Democráticamente han salido estos de ahora, con una ley injusta q no quieren cambiar. Y estará fatal ir a vociferar al juzgado o donde sea a ver si de una p vez se quieren enterar de lo q piensa y siente la gente de a pie, pero a veces yo incluso les quemaría la casa o el palacio. Claro, q una es políticamente incorrecta.

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  6. Ostras, q ha salido mi comentario con mi otro yo. Pues ya no lo cambio.Q soy Sara.

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  7. Pues te queda mucho mejor ese traje de Saramarimoñacas. Que lo sepas.
    :)

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