Se cree que han muerto unas 12.000 personas en Japón. Muchas menos que en Haití hace un par de años, en otro terremoto. Además, la central nuclear de Fukushima tiene al mundo entero acongojado.
Existe el riesgo de que una nube de radiación pase a la atmósfera, y que se extienda lentamente hasta cualquier rincón del planeta.
Existe el riesgo de que millones de personas terminen padeciendo las insidiosas secuelas de la radioactividad. En unos meses, o en muchos años.
Existe el riesgo de que la economía nipona se hunda, y arrastre en su caída a los demás países desarrollados, creando más desempleo y más penuria.
Existe el riesgo de que haya que cerrar centrales nucleares en muchos países, aumentando la dependencia energética respecto al petróleo.
Existe el riesgo de que todo ello desencadene un colapso general de las finanzas mundiales, que haga parecer un chiste el “crash” de Wall Street, en 1929.
Hay razones para echarse a temblar en Occidente. Hemos construido un complejo entramado económico-tecnológico, que nos permite vivir con gran confort, y a salvo –o eso creemos- de imprevistos y calamidades. Pero ese esquema tiene los pies de barro. Nos hace peligrosamente vulnerables, ya que cada sociedad –y cada individuo- depende imperiosamente de que todo funcione correctamente: el transporte, la distribución de energía, el abastecimiento de agua, el comercio, las comunicaciones, los servicios y el mantenimiento.
A veces, los occidentales contemplamos con cierta soberbia a los que viven en pequeñas aldeas del Tercer Mundo. Gentes sencillas que caminan descalzas, y a las que les basta un plato de mandioca, o de maíz cada día para ser felices. Les falta casi todo lo que a nosotros les sobra. Incluido el miedo a perderlo. Después de todo, un haitiano sólo puede perder la vida en un terremoto.
El riesgo 0, ni ha existido nunca, ni existira. Ese empeño en que "tenemos todo controlado, que vamos a revisar, que les vamos a imponer mas pruebas...que esto no es aquello" no demuestra nada mas que el miedo a lo que sabemos muy bien que no dominamos, que no podemos predecir, pero que no queremos admitirlo.
ResponderEliminarSi se decidiera que cada persona tenia derecho a consumir "X kw" porque eso es lo que se puede producir con energia limpia...lo mismo volviamos a repetir que ya nos estaban recortando la libertad. Nos hemos acostumbrado a dar a ûn boton....y hagase la luz, sin pensar en de donde como y que nos cuesta esa luz, en mas que en eurillos...en dependencia y en riesgos...eso no va con nosotros...eso es el problema de cientificos y politicos que se les paga para resolverlo...y se nos olvida que ciertas cosas no se controlan con dinero...
O cambiamos nuestra manera de vivir....o tendremos que asumir los riesgos. O nos pasamos de muchas comodidades, o las nucleares seran un mal necesario. Y esto a nivel mundial...porque de momento no se le ponen puertas al campo.
Yo mas que con soberbia miro con ENVIDIA, a muchas personas del tercer mundo, son felices con lo que tienen viven sin reloj, comen lo que pueden y no pusieron nunca los pies en una "mentirosa" Tienen tiempo para mirar al sol para jugar con sus hijos, y no se preocupan si podran mantener a media docena...
SON FELICES. No son esclavos del progreso...pero que dificil es pasarse del progreso una vez que se ha conocido...