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jueves, 17 de enero de 2013

Silencio culpable (I)


El caso de los millones en Suiza del ex-tesorero del PP, Luis Bárcenas salta a la actualidad tapando el caso Pallerols, que apareció tapando el caso de los ERE de Andalucía, que hizo sombra al caso Gürtel.

¿Qué pasa en España? ¿Somos una sociedad corrupta, que produce políticos corruptos? ¿o somos una sociedad limpia, con un sistema de partidos que favorece la corrupción?

Yo me temo que las dos cosas al mismo tiempo. La Constitución dotó a los partidos políticos de un protagonismo absoluto, convirtiéndolos en tutores de la libertad y la soberanía de los ciudadanos. Se convirtieron en empresas endogámicas más preocupadas por el marketing que por la calidad del producto, Empresas sin accionistas, que obtienen su capital directamente de los impuestos, y que sólo rinden cuentas cada cuatro años en campañas electorales entre música y mentiras.

Los partidos se han convertido en estructuras burocráticas cuyo primer objetivo es conseguir y mantener el poder, El segundo objetivo es proporcionar medios de vida a sus afiliados y simpatizantes, repartiendo cargos, subvenciones, ayudas y prebendas. En tercer lugar intentan cambiar la sociedad para adecuarla a los dogmas de su ideología. Y ya por último se interesan por el progreso del país y el bien común.

Todos los partidos están pringados, de manera proporcional a la cuota de poder que han alcanzado. Es inverosímil que todos los casos de corrupción conocidos se han destapado por la intervención de algún juez o de algún periódico, casi siempre originadas porque alguien resentido se ha ido de la lengua. Es increíble que ni uno solo de estos casos haya sido denunciado por el propio partido. Es imposible que nadie en los órganos directivos de los partidos se haya enterado nunca de ninguna irregularidad.

Ahora dice Esperanza Aguirre que nadie debería desempeñar un cargo público sin haber trabajado antes en algo fuera de la política. Bienvenida, señora Aguirre. Una idea del más elemental sentido común. Tanto, que UPyD lo establece en sus estatutos como obligatorio para sus propios cargos públicos.

1 comentario:

  1. Pues debe haber un poco de todo. Es como si los ciudadanos hubieramos admitido que la corrupcion es un mal que no hay quien elimine.
    Y mientras pensemos asi, pues mal vamos.
    Tenemos un sistema politico que favorece que estas cosas pasen. Los partidos politicos reciben del Estado un monton de millones, en lugar de financiarse con las cuotas de sus afiliados. Y ademas una vez llegados al gobierno, piensan que mas que gestionar, pues tienen todo a su disposicion para servirse de todo, y favorecer a sus ideas y a sus familiares y amigos.
    Si a esto se le añade que la justicia es lentisima, pues da tiempo a decir una cosa, la contraria, a pedir dimisiones si afecta a un partido, y a decir que vamos a esperar si afecta al de uno mismo...
    Si la justicia fuera mas rapida, y si ademas tuvieramos leyes que obligaran a dimitir en el momento que de cerca o de lejos un cargo publico se ve implicado de cerca o de lejos con algun chanchullo, en lugar de tantisima presuncion de inocencia. Esta claro que se le puede hacer mucho daño si es inocente...pero cuantisimo daño no hacen a la sociedad si son culpables durante años y años.
    Mientras los ciudadanos no cambiemos de chip, y sigamos pensando que la corrupcion es un mal que no se puede eliminar...y sigamos votando partidos que defienden sus corrupcion, o que no van al fondo...que solo saben decir y tu mas...
    Nos usan a los ciudadanos para llegar a sus fines, nos prometen una cosa en campaña y hacen la contraria en el poder. Usan el poder para imponer su ideologia, y colocar a sus amigos y familiares, y para satisfacer sus fines...en lugar de estar al servicio de los ciudadanos, da la impresion de que la estructura del Estado y los ciudadanos estuvieramos al suyo...

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