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lunes, 11 de noviembre de 2013

Hay que frenarlos

En su intervención en la clausura de la Conferencia Política del PSOE, Pérez Rubalcaba ha señalado que el objetivo del PSOE es “frenar a la derecha”. En paralelo, desde el PP, aunque no lo confiesan tan abiertamente, establecen sus estrategias con el fin de “frenar a la izquierda”.

Se mantienen las dos Españas; los buenos y los malos; los nuestros y los enemigos. Las dos Españas de Ortega y Gasset; las que llegaron a la guerra civil. Las que consiguieron reconciliarse en el 78, y las que Rodriguez Zapatero, en su insensato delirio, volvió a enfrentar.

Frenar a la derecha es frenar a diez millones de españoles que se sienten de derechas. Frenar a la izquierda supone frenar a otros tantos millones que se sienten de izquierdas. El resultado es una España frenada. Una España incapaz de avanzar, en la que el odio ahoga la confianza, y el rencor apaga la ilusión. Es hacer política, no “para algo”, sino “contra alguien”.

PP y PSOE intentar aparecer como dos partidos muy distintos. Pero comparten mucho más de lo que parece. Los dos están de acuerdo en mantener el sistema tal como está, asegurándose la alternancia en el poder cada cuatro u ocho años. Los dos ven a los españoles como votantes a los que seducir, y no como ciudadanos a los que servir.

Como dos orates caídos al mar, agarrados mutuamente del cuello, empecinados en ahogar al otro, el PP y el PSOE parecen incapaces de darse cuenta de que en esa lucha cainita no se están jugando su propio futuro como partidos, sino el de todos los ciudadanos. Y si los ciudadanos libres no les frenamos, al final nos ahogarán a todos.

3 comentarios:

  1. "Las que consiguieron reconciliarse en el 78, y las que Rodriguez Zapatero, en su insensato delirio, volvió a enfrentar."


    Hoy no pienso seguir leyendo....en su momento ya Rosa dijo cosas que me parecian verdaderos disparates de Zapatero...creo que hay cosas que se contagian....

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  2. Renunciar a seguir leyendo... me recuerda mucho a lo que hacen los niños, cuando cierran los ojos para no ver algo que les asusta...
    ;-)

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  3. Por cierto: En esto no hay ningún contagio. Desconozco los "disparates" que haya podido decir Rosa Díez respecto a Zapatero. Pero no ver que Zapatero destruyó el espíritu de consenso nacional que se logró durante la Transición es no ver nada.
    En 1978 unos y otros renunciaron a sus aspiraciones máximas. Los procuradores franquistas votaron la Ley de Reforma Política. El PSOE aceptó la reforma en lugar de la ruptura. La derecha aceptó la legalización del PC, y el PC aceptó la monarquía. Todos renunciaron a algo (excepto los nacionalistas, que sólo lo aparcaron de momento).
    José Luis Rodríguez Zapatero, con su cuestionamiento de la nación, con su impulso a las reformas de estatutos autonómicos, con su exaltación de la II República, con la añoranza de su abuelo, con la promulgación de la Ley de Memoria Histórica, se cargó algo que había costado mucho construir. Algo que pudieron hacer los que recordaban la tragedia de la Guerra Civil, porque no querían que se repitiera.

    Todo eso ya lo pensaba yo solito, antes de 2007. No necesitaba contagiarme de nadie.

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