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lunes, 14 de septiembre de 2009

¿Quimera o realidad?

En Arenys de Munt se ha celebrado una consulta sobre la independencia de Cataluña respecto al resto de España. Ha depositado su voto el 33% de la población, de los cuales el 96% se ha manifestado a favor de la independencia. ¿Qué significan estas cifras?

Como siempre ocurre con los datos, depende de para quién. Los partidos nacionalistas se agarrarán como a un clavo ardiendo a ese 96% ¡una mayoría aplastante a favor de la independencia! ¡Nadie tiene legitimidad para acallar ese grito masivo! –dirán.

Sin embargo, las cosas no son tan evidentes. Tratándose de una consulta sin valor jurídico alguno, y además rodeada de una gran polémica sobre su oportunidad, está claro que habrán acudido a votar casi únicamente los partidarios de la independencia, ya que los contrarios a ella también estaban en desacuerdo con la propia consulta, y haber ido a votar hubiera sido respaldarla. Del cruce del dato de participación y del voto “sí” se desprende que el 31,68% de los habitantes de Arenys de Munt están a favor de la independencia. Algo menos de un tercio, lo que no está nada mal.

Otra cuestión muy diferente es la de si los vecinos de Arenys son competentes o no para decidir sobre esa cuestión. Y lo cierto es que no lo son. Mientras no se reforme la Constitución, la soberanía nacional reside en el pueblo español. Es decir: en la totalidad de los españoles, y en ningún caso puede parcelarse. Lo que significa que todos los españoles son soberanos para decidir sobre la independencia de Cataluña, de Arenys de Munt, o de Garrapinillos. Al igual que en un edificio de viviendas, la propiedad de la escalera es de todos al mismo tiempo, y los del quinto -por muy nacionalistas que sean- no tienen competencia para pintar su tramo de escalera con franjas rojas y amarillas.

Esa es la realidad. Pero no importa. Los nacionalistas seguirán oscureciéndola para hacer prevalecer sus quimeras. Y lo más importante: esta consulta servirá, sobre todo, para añadir un poco más de presión sobre el Tribunal Constitucional, en sus infinitas deliberaciones sobre el Estatuto de Cataluña.

2 comentarios:

  1. De lila de lila!! yo lo pintaría de lila (la escalera). El color de las feministas!!!!!
    jijijiji que mala, no? es que a veces no puedo controlarlo!!!!
    Un beso botijo!

    Digo yo que estarán aburridos en Arenys...

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  2. Eres mu mala!! si...jajaja

    Tessa

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