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lunes, 14 de junio de 2010

Los malditos mercados

Llevamos una temporada en la que parece que los mercados se han empeñado en amargarnos la vida. Un día hunden a Grecia, otro ponen en duda la credibilidad del gobierno de España, y otro les da por comprar nuestra deuda pública casi al doble del precio que le cobran a Alemania. Y, claro, uno se mosquea con esos diabólicos mercados que en todo se meten y que no paran de fastidiarnos.

Pero ¿quiénes son esos malditos mercados? ¿dónde están? ¿cómo visten? ¿a qué huelen? A uno le gustaría echárselos a la cara para cantarles las cuarenta, o para rogarles por el niño Jesús que dejen de complicarnos la existencia.

Lamentablemente, eso no va a ser posible porque “el mercado” es un concepto intangible que se corresponde exactamente a la suma de millones de decisiones individuales. Así que todos somos el “mercado”. Cada decisión que tomamos –yo, mi vecina del tercero derecha, mi peluquero, el taxista, el fontanero o el inversor en bolsa- aporta su millonésima parte al resultado final: los vaivenes del mercado.
Si a mí me da por dejar de tomar café, no pasa nada. Pero si hacen lo mismo millones de personas en el mundo, el mercado decide que el precio del café se hunde, y Colombia, Brasil o Nigeria empiezan a tener serios problemas. Es una faena que mi decisión de dejar de tomar café repercuta en que un niño nigeriano se quede sin una vacuna, pero puedo prometer que no era mi intención que tal cosa sucediera.

Eso son los mercados. El financiero, el del petróleo, el de materias primas, el de divisasm o el de trabajo. Una mera suma de millones de decisiones individuales. Pero cuando las consecuencias de esas decisiones modifican los precios, y eso nos perjudica personalmente, tendemos a buscar un culpable. Y como no podemos coger del cuello al maldito señor Mercado, exigimos a los gobiernos que intervengan para enderezar a tan molesto personaje.

Pero no se puede. El mercado tiene vida propia, y las decisiones de los gobiernos sólo son un factor más. Y lo que es peor: puesto que es el resultado de las decisiones individuales de los ciudadanos, cualquier medida para encarrilar a los mercados resulta ser una medida que coarta la libertad individual. Cosa que a los políticos les encanta hacer, y más si nosotros mismos se lo pedimos.

2 comentarios:

  1. "El sentimiento negativo es actualmente positivo para el mercado porque se puede estar comprando cuando la gente tiene un sentimiento negativo, ya que desde ese punto sólo hay sitio para su mejora y la oportunidad de tomar ventaja de los bajos precios."

    Leyendo sobre el tema, porque no entiendo ni "papa"

    Tessa....

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  2. Este tema daria para todas las trasnochadas de verano durante muchos años.
    En la bolsa se dice que se compra con el rumor, y se vende con la noticia, Y la confianza se pierde rapidamente y se recupera con cuentagotas.
    Por otra parte la mayoria de las empresas que analizan la calidad deuda, son "inglesas o de EEUU" influidas por la libra y por el dolar...y sin ningun interes de que el euro se convierta en una moneda refugio...
    Habra que controlar mas como valoran esas agencias esos riesgos, que esta visto rectifican mucho...y se equivocan demasiado.
    Tu tia si deja de tomar cafe, no pasa nada...pero si de golpe un gran banco compra o vende millones de acciones (con un dinero que ni siquiera tiene) eso si que hace que suba o baje...y el que lleva a cabo la operacion se embolse unos cuantos millones...

    Esto si que se puede, y debe controlar. De hecho Merkel y Sarko ya han dado orden a la UE de que se controle.

    La moneda de una Union Europea sin politica economica unica, sin un Gobierno fuerte, siempre estara sujeta a mas cambios, y menos estabilidad que una con un gobierno fuerte.

    Y si todos nos ponemos a vivir por encima de nuestras posibilidades...el dia que uno se pega un golpetazo, nos lleva a todos con el...

    El gran logro de entrar en una moneda unica...sin poltica economica unica, con una UE en construccion a trompicones, sin consolidar lo "adquirido" lo mismo no era tan maravilloso....

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